Platicamos brevemente.
Me presentó a su orgullo en esta tierra.
Me presenta a su madre.
Me presenta a su tesoro.
Es una gota de agua, que me presenta a otra gota de agua.
Tan parecidas son.
Menudas.
Delgaditas.
Con una fuerza de carácter en sus ojos.
Con la alegría de vivir en sus ojos.
Una a la otra se apoyan.
La madre la mira con amor.
La hija la mira con amor.
La madre me da consejos sobre mi reciente operación.
La escucho atentamente.
Agradezco su interés en mi salud.
Agradezco sus palabras.
Y observo posteriormente su relación madre-hija.
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