Don Praxedes Herbert Serna

DON PRAXEDES HERBERT SERNA

Nos narra:
Yo recorrí mucho de huérfano…
Nací en Llano Grande, municipio de Tamalin, S.L.P. el 16 de febrero de 1929.
Mi abuelo paterno se llamaba Pablo Herbert y mi abuela paterna Cornelia Hernández, y eran originarios de Llano Grande, San Martín, Chalchicuautla, S.L.P.
Mi abuela materna se llamaba Aniceta Hernández, y mi abuelo materno se llamaba Tirso Serna, eran originarios de La Puerta, de Chalchicuautla, S.L.P.
Éramos 5 hermanos, éramos indios, no hablábamos castellano, mi mamá nos dejo, después que nos corrieron del rancho.
Mi mamá nos dejo en Tamazunchale, S.L.P. pero ahí nos dejo en la calle mi mamá, y lloramos, hasta que se nos secaron las lagrimas.
Caminé mucho.
Había muchos niños que tiraban en aquel tiempo, porque no tenían los padres para darles de comer.
Me fui a E.U. Aprendí primero el idioma ingles que el español. Dure 17 años en E.U. Cuando había mucha discriminación, y conocí a los mexicanos que fueron a entrenar para el Batallón 201.
O sea que yo pase ratos buenos, alegres y malos.
Estuve en pueblo Colorao, Denver, San Francisco, son los lugares que recuerdo más.
Llegue hace muchos años a Pueblo Viejo, cuando casi no había gente por estos lugares, por la Fuente, no había luz, no había nada.
Nos alumbrábamos con lo que se podía. Yo tenía “aparato”, por ahí tengo uno todavía, no había quinqué por aquellos tiempos. Quinqué vino a haber mucho después.
El “aparato” era de lamina, en un bote se hacia un hoyo, y le poníamos ahí un mechón, y con eso teníamos luz en las noches. ¡El aparato!
Antes estuvo muy difícil todo, pero estuvo bien, porque aprendí mucho, y nunca lo he olvidado, porque fue lo primero que aprendí.

Yo llegue a Tampico, con el Batallón del 39, y luego pase, y me mandaron a México, a estudiar. Y vine a parar al 30 batallón, y ahí pedí la baja yo.
Fui especialista de cocinero, carnicero, archivista, almacenista, de todo aprendí yo.
Un poquito de cada cosa.
Pedí mi baja en 1966, el 16 de septiembre.

Aquí, por mi se arreglo todo. Yo fui a Panuco, y arregle mis escrituras, es la escritura # 1, que se expidió de estos terrenos, que eran conocidos legalmente como Potrero de la Fuente, y su dueño, quien los vendió, era el licenciado Marcial Buitrón Robles, que tenia 55 años, cuando me vendió mi solar.
El era originario de Cuautla, Jalisco.
El había ampliado unas calles, y prolongado otras, para el uso publico, de su Potrero de la Fuente.
Vivía en Tampico.

Mis escrituras son del 18 de febrero de 1971, y amparan mi domicilio en lo que antes era Callejón Navarro (hoy calle) y la calle 1
Y aquí vivo, ¡Gracias a Dios!

A pesar de tanto mal que me hicieron, me quemaron mi casa de madera, ahora es de material.
Y nada me pasó, porque tengo las venas cruzadas, (dice esto mostrando su antebrazo derecho), por eso no me han hecho nada a mi. A mi persona.
Eso me dijeron a mi dos mujeres, que tengo las venas cruzadas.
Eran dos mujeres, vivían por esta calle, la que pasa frente a mi casa, rumbo a la Fuente, como a media cuadra de aquí, eran dos mujeres que vivían solas, ellas eran curanderas, ellas me ayudaron a mí, porque yo llegue aquí muy jovencito.

Ya tengo el cajón para cuando me muera, le echo aceite, y no se ha picado.
Lo hice de la madera que tiraban en el muelle de los barcos, que reparaban.
Me pregunta don Praxedes… ¿quiere sacarlo ahí? señalándome la cámara de video donde estoy grabando.
Así, que tome video del cajón que el construyó y escuche a don Praxedes:
Creo que no voy a caber ahí, bueno si, ¡pero doblado!
Pos es que uno… ¡no es eterno!

Termina su narración con…y aquí estoy, Gracias a Dios.
! Doy Gracias a Dios!

YO DOY GRACIAS A DIOS, QUE ME HA DEJADO VIVIR MUCHOS AÑOS.

Nos despedimos de don Praxedes Herbert Serna, agradeciendo sus atenciones.