Donde estoy actualmente trabajando, no hay ruinas arqueológicas visibles.
Ninguna autoridad, sabe de los hallazgos.
Anda mamá, no seas mala.
Guárdalas en tu casa.
Luego, que me cambie de comunidad, en otro lugar alejado, entonces, me las llevaré.
-Mira, te las llevas, y no se hable más del asunto.
-Pero mamá, si pesan como piedras.
-Pues piedras son, ¿pues que creías?
¿Qué porque tienen cientos de años, dejaban de ser piedras?
¿O dejaban de ser de barro?
¡Te las llevas, y ya!
Yo estuve tentada, de quedarme con una carita, o de perdis, con una punta de lanza, pero mi tío me daba miedo.
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