FAMILIA FLORES GUERRERO
Padre: Humberto Flores Ortiz, hijo del señor Federico y señora Mercedes.
(Originarios de Cd. Madero)
Madre: María Guerrero Rodríguez. Originaria del ejido El Barco, del municipio de Pánuco.
Sus padres fueron Lino Guerrero y Marcelina Rodríguez.
Hijos:
Mercedes
Federico
Humberto
Martha
Hortensia
Gabriela
Mario
Nicolás
Rolando
Fabiola
Eduardo
Todos viven en el pueblo.
La familia Flores Guerrero, es propietaria del negocio Tacos y Tortas “Doña Mary”, que inició en el año de 1973.
Han tenido momentos de crisis y momentos muy buenos en el negocio. Los cinco hermanos mayores ayudaban bastante en el negocio, y en la crianza de los hermanos más pequeños.
A medida que los hermanos mayores se fueron casando, entonces entraron al relevo en el negocio los hermanos menores.
La señorita Fabiola Flores Guerrero, es quien proporcionó de manera amable esta semblanza. Aquí transcribió sus palabras textuales:
El negocio era pequeño en sus inicios, era un carrito que estaba ubicado frente a la carnicería de mi papá. Después mi papá metió el negocio al local que antes ocupaba la carnicería.
Deseo que así como el pueblo ha apoyado a mis padres, y a nosotros en este negocio, les pedimos que nos sigan apoyando.
Y decirles: muchas gracias por su preferencia.
Para mí, este pueblo es el mejor, porque yo nací aquí.
Todavía se puede dejar una bicicleta en la banqueta, sin encadenar ni atar, y no se pierde.
Me gustaría que se abriera el puente a la playa “Hermosa”, para que hubiera más turismo.
La tortilla esta hecha a mano, y la barbacoa es natural, de res; es decir no tiene colorantes ni saborizantes o conservadores. Por eso las personas aunque tengan gastritis, alergias, pueden comer con toda confianza en nuestro negocio, porque hasta las zanahorias están elaboradas de manera natural.
Vendemos refrescos embotellados y agua de horchata, que ya es una tradición de este negocio, porque se ha elaborado para su venta desde que empezó este negocio familiar.
Abrimos todos los días del año, bueno casi todos los días, porque excluimos el jueves y el viernes santo, por respeto a esos días religiosos, y tampoco abrimos a la venta el 25 de diciembre ni el día primero de cada año.
Es decir, que solo 4 días del año nuestro negocio deja de funcionar.
Uno anda bien a gusto en el pueblo, porque aun conserva la tranquilidad.
Bueno, con estas palabras optimistas, alegres, de una jovencita pueblovejence, que quiere y esta orgullosa del lugar donde vive, nos despedimos, mi esposo y yo.
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