Familia Navarro Cruz

FAMILIA NAVARRO CRUZ

Padre: David Navarro Macías (†), originario del pueblo.
Madre: María Cruz Pérez, originaria del pueblo.
Hijos:
Enrique
Julio
Francisca
Abad
Elia Navarro Cruz, quien nos narra esta semblanza, comenta que percibe que el pueblo antes era mas tranquilo, y que a pesar de que se tenían pocos recursos, no se carecía de nada.
Cuando el ciclón del 55, el agua llegó hasta la plaza principal del pueblo. Su familia estuvo unos días como damnificados, y los recuerdos que guarda son suficientes, como para en casos de crecidas de la laguna, prefiera quedarse en casa. Narra que los alimentos se los revolvían, el arroz con frijoles, junto al maíz. Que les daban ropa que no servía, y de zapatos, estuvo peor la cosa, pues eran un zapato de uno, y el otro zapato, de otro tipo.
En el pasado mes de septiembre, de este año 2007, el agua subió mas que en otras ocasiones, y se inundó el patio de la propiedad de doña Elia Navarro Cruz, llegando el límite a donde empieza la construcción de su casa, viéndose forzada a salir brincando la barda, por no poder utilizar la salida habitual.
Pero aguantó, y no se fue como damnificada a los albergues, que se habilitaron, por parte de las autoridades, por temor a sufrir la perdida de alguna de sus pertenencias.
En esos días, no hubo peces, ni camarón y no era posible sacar el ostión, porque estaba la laguna a un nivel tan alto, y no era accesible con las gafas sacar el ostión.
Que aquí aclara doña Elia Navarro Cruz, que de ser muy necesario, ella fácil se sambulle, y saca el necesario, porque ella, al igual que todos los pescadores de la laguna de Pueblo Viejo, no se le dificulta a la hora de nadar.
Supo que a los damnificados les dieron despensas, y ella piensa, al igual que todas las personas que viven en las orillas de la laguna, que si las autoridades tienen censo de quienes y cuantos viven en esa zona, porque no les proporcionan las despensas o la ayuda en sus domicilios, siendo que a simple vista se ve, que la están pasando muy mal.
Cuando la fuimos a visitar, nos narra que ya solo faltaba unos 6 metros para que el nivel del agua de la laguna llegara a su límite normal.
Su propiedad consta de un enorme patio, donde tiene árboles frondosos, y cría con cariño a perritos cariñosos, aves de corral, y unos marranitos, gueros, de tan gueros, que se ven hasta rositas.
De su casa, se ven los islotes en la laguna, las lanchas pasar, los atardeceres, en una palabra, su casa invita a la meditación, a la calma, al sosiego.
La familia Navarro Cruz, pertenece al grupo pueblovejence que son dueños de su vivienda; tal y como lo dicen los datos estadísticos:
En el año 2005 había una población de 52,593 habitantes, con una densidad de 175.828 hab/Km., y existían 13,133 viviendas de las cuales, las viviendas particulares eran 12,364.
Es decir, que la mayoría de los habitantes de ciudad Cuauhtemoc es dueño del suelo que habita, tal vez ahí resida la clave de su felicidad y confianza en el futuro.
Bueno, volvamos por favor a prestar atención a lo que doña Elia Navarro Cruz nos narra:
De pequeña, se arrimo a la cooperativa de pescadores, ahí se enseño a pescar, dejo la escuela por la pesca, y es que se ganaba al día 4 o 5 pesos.
De más grandecita se dedico a sacar ostión para entregar a la cooperativa de pescadores.
Ella lo GAFEABA (sacaba con las gafas, que son como unas pinzas gigantes) y su sobrina lo despicaba, o sea que lo abrían o desconchaban, y doña Elia Navarro Cruz, enseñó a sus sobrinas el arte de la pesca, y todos es en familia, y trabajan para ellos mismos, y continúan trabajando el camarón hasta la fecha.
Sabe que cuenta con el apoyo de todos sus amigos los pescadores, que le siguen brindando su ayuda, y que no le falla ni el trabajo, ni el sustento diario, gracias a Dios.
Aclara que son necesarios 4, 5 o 6 kilos de plomo según la malla, a la atarraya, dependiendo de toda la creciente; la creciente aumenta el vuelo hacia abajo de la tarraya, para que abra más.
Doña Elia Navarro Cruz, recuerda que en su juventud, al lado de la cooperativa de pescadores, vivía la familia de quien hoy en día es el cronista de ciudad Cuauhtemoc, del maestro Martín Pérez San Martín, que es también el encargado de la biblioteca, con una antigüedad de 22 años en el cargo. (fotos de reunión de cronistas, cortesía del profr. Martín Perez San Martín)
El fue uno de los fundadores de la biblioteca, en unión con el señor Manuel de Dios y Silva, y del maestro Danylo Bayly Ortega, ambos ya fallecidos, recayendo últimamente toda la responsabilidad en el maestro Martín Pérez San Martín, quien la ha desempeñado con un gran sentido de entrega.
Bueno, retornando a la narración de doña Elia Navarro Cruz, ella narra que el pequeño Martín Pérez San Martín, se dedicaba a lo mismo, por su libre voluntad, que le atraían las actividades en la laguna.
Doña Elia Navarro Cruz, le decía… ¡Martín!, ¡ven!, ayúdame aquí, o si no…
Vete a aquel bote, !porque habiendo marisco hay para todos!
El camarón hay que escogerlo, echarlo a los colotes, separarlo.
Y Martín decía…no, pos ustedes son más rápidos que yo. Y es que también andaba con ellos, la prima de doña Elia Navarro Cruz, siendo ésta la señora Irma.
Martín también ayudaba a quitarles los pescaditos a los camarones, con los ACHICADORES, que son unos trastecitos con lo que van quitando y van jalando, van quitando y van jalando el camarón limpio para otro sitio, hasta que todo el camarón queda limpio de pescaditos o jaibitas.
En la laguna existen 8 días de marea, que es cuando se desvelan, y 8 días de falla.
Doña Elia Navarro Cruz comenta, fue una época muy bonita. Martín decía… ¡qué felicidad! También decía, algún día, yo sacaré una historia de aquí.
Y pasaban toda la noche platicando, mientras llegaban los pescadores.
Ahora Martín Pérez San Martín es profesor, bibliotecario y cronista de ciudad Cuauhtemoc, y da clases para adultos, y le dice a doña Elia Navarro Cruz, ven a la biblioteca, yo te puedo ayudar a que estudies la primaria, la secundaria y si quieres también la preparatoria en modo abierto; pero su amiga contesta… uno está al día, hay mucho trabajo siempre, y en ocasiones solo duermo 1 o 2 horas al día, ya tengo 58 años de edad, porque nací el 22 de agosto de 1949, y como desde la edad de 9 años empecé a trabajar en la alguna de Pueblo Viejo, pues ya se me hace muy difícil lo de la estudiada.
Continuando con el relato de doña Elia Navarro Cruz, nos hace saber que cada 24 de octubre festejan el patrono de los pescadores, que es San Rafael, así lo conocen los pescadores del pueblo, aunque en la liturgia católica es conocido como el arcángel Rafael.
En esta ultima celebración, como cada año, se hizo presente la alegría del poblado con unas mañanitas, que se cantaron una noche anterior, así como varias melodías. Al mediodía del día principal de su festejo, lo llevaron a pasear por la laguna de Pueblo Viejo, una caravana de pescadores con lanchas adornadas con flores, y se dejó en su morada por breve tiempo, estando esta en el tercer islote.
También repartieron empanadas de salpicón, jaiba; dieron refrescos, sándwiches, camarones naturales, recuerda doña Elia que ella en una ocasión formó parte de la comitiva que llevó a cuestas el entarimado donde se llevaba al santo patrono de los pescadores.
En la noche se festeja con un baile, y bebidas para todos.
Los islotes de la laguna de Pueblo Viejo, los que son posibles verse desde la casas de doña Elia Navarro Cruz, aun no cuentan con nombre, pero los que están mas allá, son conocidos como La Punta, El Barranco, Santa Clara, y la Isleta Grande; y estos pertenecen a la Cooperativa Única Regional, y pueden los pescadores afiliados a la cooperativa, andar con confianza trabajando en la laguna. La laguna esta dividida para trabajar del siguiente modo:
1.-La Cooperativa Única Regional, y que es la que tiene la mayor parte productiva.
2.-La Cooperativa de la Anahuac.
3.-La 21 de marzo.
4.-La Voluntad y Trabajo.
5.-La de Mata de Chávez.
Recuerda que cuando el ciclón Inés, observando los destrozos que había dejado por los márgenes de la laguna, observó como el techo del restaurante “Villa Azul”, se caía parejito.
Narra que mucha gente de afuera, que viene de más allá, y que le tienen confianza, confianza que se ha ganado al paso de los años, le encargan sus botes de fibra de vidrio, los dejan atracados al frente del solar de doña Elia Navarro Cruz; ella solo les sugiere que para mayor seguridad, le quiten los tanques, las maquinas pues, las mangueras, y las guarden cerca de su casa, y si es necesario, pues hasta dentro de sus cuartos, que son macizos, de material. Sus amigos y compañeros pescadores, en ocasiones le traen a regalar costales de ostión, o de lo que hayan trabajado; todo depende de la marea.
En invierno las corrientes se descomponen, ya no tienen su hora para echar para arriba.
Para arriba, es hacia adentro de la laguna (reflujo).
Para abajo, es hacia Tampico (flujo).
Doña Elia Navarro Cruz, ha llegado a sacar en una jornada, hasta 300 o 400 kilos de camarón.
La CORRIDA entra en los meses de marzo, abril, mayo, que es cuando hay bastantito.
Ya en agosto, ya es poquito.
La veda entra en mayo, y sale en junio. Dura 40 días. Pero ella no le ve caso a la veda, ya que el camarón se veda solo. Ella recalca: El camarón coctelero es coctelero, y nunca va acrecer más de lo que es su tamaño.
Hace poco, un canal de televisión mandó a un camarógrafo y a un reportero, y entrevistaron a doña Elia Navarro Cruz, quien les mostró la laguna, y les habló del gran amor que siente por su lugar de origen.
Sus compañeros pescadores, así como vecinos y familiares, la felicitaron por la forma tan fluida, clara y sincera con que expreso sus sentimientos, ya que se sintieron identificados con su forma de pensar y orgullosos de que se hablara en la televisión sobre Pueblo Viejo y su laguna. Doña Elia Navarro Cruz, también realiza pedidos al mayoreo de ceviche, o de otros guisos, como el guatape de camarón, que es el platillo típico del pueblo, que ella realiza de forma eficaz, quedando siempre complacida la clientela.
Al despedirnos, agradeciéndole sus atenciones, añade:
Para mí, mi pueblo es muy bonito, ya que este CHARQUITO, esta laguna, es lo más preciado de nuestra fuente de vida, que Dios nos ha proporcionado, ya que han pasado generaciones, y no nadamás a mí, sino a miles de personas de ahí, nos hemos mantenido; ahora sufre una sobreexplotación.
Pero esta laguna que ven frente a nuestras casas de Pueblo Viejo, es lo máximo.
Mi familia y yo, nos retiramos de su hogar, sintiéndonos contentos de haber conocido a una persona con una manera tan positiva de ser la vida, que vive rodeada por sus familiares, y que el hecho de tener trabajo y más trabajo, en lugar de hacerla sentir abrumada, la revitaliza.
Doña Elia Navarro Cruz, digno ejemplo de cómo es el pescador de Pueblo Viejo, para jóvenes que nacen cansados, y aburridos de todo.
Los psicólogos deberían recetar a sus pacientes unos días vivir y trabajar a las orillas de la laguna de Pueblo Viejo.