Al otro dia, muy temprano, llegando, llegando de Tampico, el inspector, de la zona escolar, me mandó llamar, a sus oficinas, y delante de un nutrido grupo de maestros, pidió mi opinión, si la plaza de mi abuelita, me la pasaba a mí, por derecho natural.
Pero mi abuelita me había dejado instrucciones: cuando yo me muera, nada de que te quedas aquí.
Ya tienes estudios, yo porque no estudie, ni la primaria hice, por eso ésta vida tuve que llevar; cuando yo muera, tú vete.
Le dije al señor inspector, no gracias, désela a quien usted quiera.
Y eso que era un sueldo, un poquito menor a la de un maestro federal.
Además contaba con todas las prestaciones, como servicio medico, fondo de retiro, vacaciones pagadas, aguinaldos, etc.
Mi abuelita, me tenía una cuenta de banco, y su último cheque de pago, lo cobre yo.
También me dejo, una parte de su póliza, la otra parte fue para su hijo el maestro.
La fui a cobrar a México, con mi mamá Carmela.
Y lo que se gasto en la funeraria, el gobierno, lo repuso.
Los maestros me ayudaron en todos los trámites. Y siempre, he sentido, que he podido contar con el apoyo de esos maestros.
Por eso, quise hacer este libro, para agradecer a todos esos maestros, haber sido como fueron con mi abuelita Luz y conmigo.
Tambien deseo reconocer en los pobladores de Pueblo Viejo, su calidez,en todo ese tiempo en que nosotros vivimos en ese pueblecito,que está pasando el río Panuco, cruzando el Paso del Humo,con tantas colonias nuevas, con un monumento a Cuauhtemoc, con su escuela "Expropiacion Petrolera" frente a su plaza con kiosko y su iglesia de la Virgen de la Purisima Concepción.
Su Retiro de Lourdes, su Fuente, su laguna, su playa " Hermosa", y todo,todo, lo que hace que ese pueblito del Norte de Veracruz, viva por siempre en cada corazón, de áquel que haya tenido la suerte de haber tratado a sus moradores.
Cosas así, jamás se olvidan.A continuación, pondré breves semblanzas de moradores de Pueblo Viejo, los que acepten mi invitación franca y sincera de aparecer en este pequeño homenaje a ese pueblo tan hermoso y tranquilo,del noste de Veracruz, prometo no añadirle nada, y apegarme fielmente a lo que ustedes describan de sus familias.
Todos merecemos, ver anotados en un libro, a aquellos seres que hemos amado y que a pesar de ya no estar entre nosotros, ayudaron a formar a este pueblo y a formarnos a nosotros, sus descendientes.
Queda la invitación abierta,en esta edición, por la premura, solo aparecerán algunas semblanzas, posteriormente en otra edición de este libro,se añadirán las que quedaran pendientes, y así, hasta que ustedes lo deseen.
Aclaro, no existe costo alguno por aparecer en este libro.
Solo comuniquénse conmigo, denme sus datos y ya está.
También incluida la invitación a maestros y trabajadores que hayan laborado durante una temporada en Pueblo Viejo.
Estoy como siempre, para servirles.
Atentamente:
La nieta de Doña Luz.
Aclaración:
He tratado de basarme, en la realidad, y sólo la realidad.
¿Pero cual realidad?
Si cada quien creémos saber cual es la realidad.
Ahora, que describir, una realidad, de hace muchos años, de una realidad que
percibimos con mente infantil, y juventud inocente, es más difícil.
Alguien dirá, lo que describes en este libro, nunca pasó, o pasó de otro modo, o no
supiste lo que estaba detrás de ésto o de áquello.
Entonces pido:
Hablemos, cuénteme, como veía usted al pueblo en esos años, y esa valiosa aportación
de su modo de ver la realidad de Pueblo Viejo, la incluiré en futuras ediciones.
De antemano, gracias, muchas gracias a todos.
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