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lunes, 29 de junio de 2009

( 26 ) Libro "Más allá" ( Triunfo )

TRIUNFO


Si alguien desea herir tus sentimientos,
no agredas tú también.
No alimentes su fuego.

Deja pasar ese momento.
Es que a veces las personas han sido lastimadas tantas veces, que ahora también ellas quieren lesionar.

Si estás apacible, calmado, como la montaña que igual recibe la luz del sol, como los vientos huracanados, eso significa que tú:
¡Ya has triunfado!

miércoles, 24 de junio de 2009

(25) Libro "Más allá " (madre e hija/hija y madre [ e ] )

Por eso, donde quiera que va,
la acompaña su madre.

Va dentro de su corazón.
Mueve a su espíritu.
Por eso, esa joven se mueve
con tanta gracia.

Es su madre
lo que la mueve.

Es su madre
lo que la motiva.

Siempre irán
por la vida juntas.

Ella, la hija es
un bello retoño de su madre.
Ves la hija, ves la madre.
Ves a la madre, ves la hija.


Siempre irán
juntas por esta vida.

Y también irán
juntas por cualquier
espacio, por cualquier
mundo.

No hay nada que
las pueda separar.
Viven una dentro de la otra.
La madre vive dentro de su hija.
La hija vive dentro de su madre.

Ahora y siempre,
Son madre e hija.
Hija y madre.

Dios se alegra
al mirar
esas dos gotas de agua,
esas dos gotas de amor.

martes, 23 de junio de 2009

(24) Libro "Más allá" (madre e hija / hija y madre [ d ] )

Ahora, esa madre
ya no se ve enferma.
Ahora sólo es madre.

Y su hija le leé
el libro de García Márquez “Ojos de Perro Azul”

La hija leé concentrada.
La madre escucha concentrada.
Concentrada en la presencia
de su hija.
En esa hija, que le da
salud, alegría, felicidad.
Por el hecho de compartir
su estancia en el hospital esa tarde.

Las dos forman un binomio perfecto.

Madre e hija.
Hija y madre.

Ahora, comprendo su modo de
comportarse de la jovencita.
Se sabe querida.
Se sabe amada.
Desde siempre y para siempre.

lunes, 22 de junio de 2009

Video/Presentación/Libro "Más allá"/

Video/Don Raúl Hernández Guerrero

Video/Ingeniera Argelia Bortoni

(23) Libro "Más allá" ( Madre e hija / hija y madre [ c ] )

Platicamos brevemente.
Me presentó a su orgullo en esta tierra.
Me presenta a su madre.
Me presenta a su tesoro.
Es una gota de agua, que me presenta a otra gota de agua.
Tan parecidas son.
Menudas.
Delgaditas.
Con una fuerza de carácter en sus ojos.
Con la alegría de vivir en sus ojos.

Una a la otra se apoyan.

La madre la mira con amor.
La hija la mira con amor.

La madre me da consejos sobre mi reciente operación.
La escucho atentamente.
Agradezco su interés en mi salud.
Agradezco sus palabras.

Y observo posteriormente su relación madre-hija.

viernes, 19 de junio de 2009

( 22 ) Libro "Más allá" (Madre e hija / hija y madre [ b ] )

Otro día, otra tarde.
Ahora visito a mi suegra en compañía de mi esposo.
Veo que la paciente que también esta en el cuarto 202, esta acompañada por una joven.
El parecido entre las dos es tan grande, que por un momento no logro reconocer a la jovencita que lee poemas, que actúa en obras de teatro.
Ahí, en ese instante solo son madre e hija.

Saludo a mi suegra, y a mi cuñada que ese día la ha estado cuidando.

Un resorte se movió en mi cerebro.

¡La conozco!
Conozco a esa jovencita.

¿Donde?
¡Ah, ya sé!
La he visto en los espacios culturales.
Ahora la saludo de un modo más personal, ya no es el sólo… ¡buenas tardes!
Ahora es… ¿como te ha ido en tus presentaciones?

jueves, 18 de junio de 2009

( 21 ) Libro "Más allá" ( Madre e hija / hija y madre [ a ] )

MADRE E HIJA / HIJA Y MADRE

Fui en días pasados al hospital, a visitar a mi suegra. Tenía poco, que yo había salido de ahí por una operación de emergencia.
Conocía por anteriores visitas al hospital a la paciente que estaba en la cama contigua.
Morenita, menudita, tan pequeñita en esa camota de hospital.
Dormitaba y su cuerpo, parecía no ocupar espacio.
Su esposo, un señor tan amable, con sonrisa sincera, la atendía solícito.
Le rogó que comiera.
Su pollito desmenuzó, y en su boquita de enfermita, cucharada a cucharada toda la comida logró que su esposa consumiera.
Platicaba con ella y vacilaba, haciéndole más llevadera su estancia en el hospital.
En todo estaba atento a las necesidades de la enferma.
Hablaba y todo su cuerpo hablaba.
Su rostro, sus ojos, donde se leía la mortificación, el interés, el cariño.

miércoles, 17 de junio de 2009

(video) Presentación/Libro "Más allá"/vivencia/Lic.Juan José Villela

( 19 ) Libro "Más allá" Incógnita ( b )

A su papá, lo amarraron del pecho, y lo bajaron al pozo que había en el solar, y pa dentro del agua, y pa fuera, y como que se ahogaba, y donde está el dinero, porque antes el dinero era de oro y plata, y lo enterraban, o lo introducían dentro de los revoques de las casas, o entre los muros gruesos de las bardas lo escondían dentro de jarros, así que imagínense como estarían de anchos los muros.
Uno de sus hermanitos, se escondió debajo de un tapanco, abrazando fuertemente a un chivito, y le hacia señas al chivito que estuviera callado, en esa ocasión el niño salvó su vida y la de su animalito, pero no siempre tuvo esa suerte, y también murió acribillado.
Solo alcanzó los 9 años de edad su hermanito..
Cuando se acabó la revolución, a ella no se le acababan todavía las ganas de matar, y yo oyéndola, pensé en mi hija, y en mis futuros nietos y me entró una tristeza, como si me ahogara y quise llorar y no sabía si era por los que murieron o por los que iban a nacer.

martes, 16 de junio de 2009

( 18 ) Libro "Más allá" Incógnita (a)

INCOGNITA

Conocí a la abuelita de mi yerno.
Mujer encallecida, ya murió, y quien sabe donde esté.
Platicando, me decía que ella fué de las que anduvieron en la revolución, que en ese tiempo muy joven era; cargaba siempre su rifle, y que cuando quedó por primera vez embarazada, tenía harto coraje, que porque con semejante panza, no podía matar cristianos.
Me comentó, que de tanto que renegó de ese hijo, hasta que se le vino antes de tiempo, y cuando vió que nació muerto, gusto le dió, porque a ella le encantaba echar bala.
Decía que la revolución le había quitado a toda su familia, así que ella también se sentía con derecho a matar.
Contaba, cómo cuando vivía con sus padres, en un rancho perdido entre brechas y zarzales, llegaban los revoltosos y a punta de tormentos les sacaban verdad de donde tenían los centavitos guardados.
En su casa, atravesaron una reata de un andamio del techo y de ahí colgaron a uno de sus tíos…

lunes, 15 de junio de 2009

Video/Patronato Cultural de Cd. Madero,A.C.

Video/Doña Cuquita

( 17 ) Libro " Más allá" ( visitas [ j ] )

Al entrar y mirar sus muros, ellos percibirán que yo conozco la historia de ignominia.
-Me dice Sarita, ya se trasminan sus techos y paredes.
Donde vaya Sanidad, un día de estos, pueden exigir la demolición de la mayor parte de la casa, como que ya las guarniciones, así como sus arcos y pilares están algo cuarteados.
Se han caído trozos del revoque del techo.
Vaya, ¡antes de que la destruyan!
-Pienso, yo no sé me rajar, sólo que esa casa ya está agonizando, esta rezumando su dolor.
A que voy, peligro y me dé un zarpazo, tiene con que.

Y Sarita…
- ¿cuando quiere ir? Tita aceptara que la visite, le digo que nos conocemos de años, yo le doy sus vueltas, así que estoy segura que aceptara.
- ¿Cuando vamos?
Mire, hágalo como un acto de amor cristiano para Tita, todas las religiones piden visitar a las personas enfermas y desvalidas.
¿A poco tiene miedo?

Y dentro de mi pecho, la sangre agolpándose frenéticamente, como los pasos presurosos de un ejercito de ciempiés… ¿que digo?, ¿que digo?
- Sabe Sarita, como usted contó que ahí se hacían brujerías y conjuros, pues que cree…
No puedo ir, ¡mi religión me lo impide!

domingo, 14 de junio de 2009

( 16 ) Libro "Más allá" ( visitas [ i ] )

Al paso de los años, murió Jacinta, el esposo de Tita, el brujo, y sólo quedó Tita, sola como huevo en chiquihuite, en semejante caserón.
Ha querido rentar la casa donde vivía el brujo, pero nadie dura ahí, que se oye en los patios y dentro de esas casas, pasos, risas; se ven sombras.
Unos dicen que son las almas de tantos difuntos, que ahí andan porque ahí vivieron.
Otros dicen que es el Diablo, que desde que llegó Tita a esa casa, no la deja reposar.
Tita, ya es mujer entrada en años.
La visitan de un culto religioso, le llevan ayuda, como mandado o ropa.
Ella no sale para nada de su casa.
¿Que la retendrá tanto?
Hasta aquí el relato de Sarita, todos nos quedamos callados.
Sarita me dice, como ve si un día, yo hablo con Tita, somos vecinas, nos conocemos de años, si éramos todos tan jóvenes cuando pasó eso que les conté, y ahora ya llego a los 86 años, usted dirá si no conozco bien a bien a Tita, que es la dueña de esa casa.
¿Cuando quiere conocer por dentro esa casa?
Es bella, muy bella, con su estilo arquitectónico antiguo, con sus paredes recubiertas de mármoles italianos, con arcos y columnas que no desmerecen ni con el paso del tiempo.
-Paso saliva. Si cruzando por la acera contraria, percibo tanta tristeza, estando dentro…

sábado, 13 de junio de 2009

Video / Profr.Roberto Castillo

( 16 ) Libro "Más allá" ( visitas [ h ] )

Por favor continúen escuchando a Sarita…
Emma amaneció un día tirada en el piso, con traumatismo craneoencefálico.
Nadie se sorprendió, ya se veía venir. Si del diario se caía de la cama, que si era muy inquieta, que si los plásticos que protegían el colchón hicieron que se resbalara. Emma ya no despertó.
Tita se caso con el viudo, Jacinta completaba el trío.
Después Tita le vendió a precio regalado la mitad del patio a un primo, que apareció de la nada.
El construyo al fondo de ese solar una casa pequeña, y de día y de noche llegaban personas, con ese señor, que porque arreglaba aparatos electrónicos.
En una ocasión Sarita, le llevó a arreglar una televisión, pasaba el tiempo y nada que se la entregaba, entonces Sarita decidida, se pasó por el patio, hasta el fondo a reclamar lo suyo.
Y ve que el señor tenía un altar con trapos rojos y negros, velas y párele de contar. ¡Que era brujo!
Y el señor, ¡pero vecina! Mire Sarita, yo a nadie le hago daño con mis creencias, si sienten alivio y me recomiendan, ¡es pura suerte!
Sarita salió huyendo de ahí, con su tele en brazos.

viernes, 12 de junio de 2009

( 14 ) Libro "Más allá" (visitas [ g ] )

Al paso de los meses, casi ni la veía, menos la trataba con cariño. Ahora Emma hablaba con los ojos y con las manos.
Era muy difícil entender lo que deseaba comunicar. Su amiga Sarita, la auxiliaba en lo más apremiante, y solo ella la comprendía.
Las manos de Emma decían tengo hambre, báñame, también le contaron como en las noches, el reptil que había metido a su casa, se deslizaba insensiblemente entre las dos camitas, y le daba a su esposo, lo que le hacía falta.
Cuando el esposo de Emma se iba a trabajar, Jacinta y Tita vivían sólo para ellas.
Un día, Emma con sus manos, le hizo la señal de una cruz, luego le señaló el piso y al último simbolizó el numero tres con los dedos. Mientras en su rostro se le notaba tener la seguridad de lo que estaba afirmando.
Su amiga Sarita le dijo…
¿Cómo? ¡no te entiendo!
Y de nuevo Emma, ahora señalando hacia los cuartos, donde estaban Jacinta, Tita y su esposo platicando, repitió las señales y empezó con desesperación a pedir auxilio.
Sarita comprendió.
Que la querían muerta, bajo tres metros de tierra.
Aquí me contó, Sarita, con tristeza y suspirando, que ésa vez salió llorando de ésa casa.
-¿Notan porque las paredes de algunas casas no cuentan los secretos a todos los que las ven?
Es que se necesita corazón pétreo para no resquebrajarse.

jueves, 11 de junio de 2009

Video/Lic.Miguel Angel Gonzalez/Libro "Más allá" .

(13 ) Libro " Más allá" ( visitas [ f ] )

Le confió a Sarita esa preocupación.
En sus horas vacías, imaginaba a su hija expuesta a esas influencias… ¿y si su hija también las había descubierto?
¡No! Se lo hubiera contado.
¡Tan unidas que fueron! Pero…desde que llegó Tita a la casa, habían formado un frente común las jovencitas, donde ella no tuvo cabida.
Y las veces que las escucho a las tres reír, y su hija que se sonrojaba por la nada; sus miradas de entendimiento, sus cambios de carácter…
¡No! no, todo eso fue por la proximidad de la fiesta de sus XV años, no había que agregar más pesar a lo insufrible.
Su niña, su tierna niña, a la que cuidó desde antes de nacer.
Emma ya no dormía. El marido hablaba y hablaba, le recriminaba, pero Emma ni fuerzas tenía para contestarle.
Hasta que una embolia cerebral liberó toda aquella angustia.
Un coagulo destructor, cual rosa roja dentro de su cerebro, aminoró la marcha de Emma.
Cambios en su alcoba matrimonial, par de camas individuales, lo más equidistantes posible.
Los primeros días, el marido entre sollozos le pedía perdón.

miércoles, 10 de junio de 2009

( 12 ) Libro "Más allá" (visitas [ e ] )

Un día, que regresaba de surtir el mandado, escuchó risas en un cuarto, hacia tanto tiempo que en esa casa no se escuchaban, que curiosa, llamó primero, pero nadie le contestó, y luego fue a investigar, se dijo, mi hermana y Tita, esta juventud que rápido se recupera.
¡Así pudiera yo recobrarme!
Pero aún se sentía destrozada.
La puerta entornada de un cuarto, le permitió mirar azorada a dos mariposas que rozaban levemente sus alas, emprendían luego el vuelo y jugueteaban entre remolinos de miel y aire.
Emma se alejó de aquella perturbadora escena, sintiéndose culpable de haber observado lo prohibido.
Ahora, ya tenía algo más en su mente.
¿Decirle a su esposo? Las correría.
Emma en su casa sólo con ellas se comunicaba, desde tiempo atrás su esposo se había convertido en el juez de su vida.
Decidió dejar correr la situación.
Tal vez si actuaba como si no supiera, sería como si en realidad no existiera ese idilio bajo su techo.

martes, 9 de junio de 2009

( 11 ) Libro "Más allá" (visitas [ d ] )

Una tarde, al regresar la madre de repartir invitaciones, encontró a su niña, a su Lila, tendida, como dormida en el jardín.
No hubo explicación lógica a esa desgracia.
El doctor legista, con frialdad, expidió un certificado de muerte por paro cardiorrespiratorio. -Que yo sepa, nadie que ha muerto, continua latiendo su corazón y respirando.
Sería como decir “el carro se descompuso porque el motor se paro”.
Pero en fin, eso decía la autopsia.
Emma lloraba y se desahogaba con gritos desgarradores, la casa absorbía grandes dosis de dolor.
A los 6 meses, falleció el Benjamin, se ahogó al comer unos cacahuates y jugar carreras con su tía y con Tita.
Emma silenciosa.
Había pasado la línea de dolor.
Su esposo empezó a descargar su gran tristeza en forma de reproches sobre ella.
-Por tu culpa nuestros hijos murieron, no los cuidaste bien, dejaste que Lila siguiera esa dieta tan extremosa, por eso su corazón sufrió un shock.
Emma callada, no podía darle consuelo, porque ella no lo tenía.
Sentía la cabeza estallar, las pulsaciones en sus sienes, le advertían que estaba al limite.

lunes, 8 de junio de 2009

( 10 ) Libro "Más allá" (visitas [ c ] )

Tita era muy acomedida, diríase que pecaba por exceso de solicitud, pero Emma apreciaba su ayuda, y se lo demostraba con buenos tratos y regalitos, la vestía y la calzaba, porque Tita eso y más se merecía.
La quinceañera, diremos “Lila” quería lucir preciosa en su fiesta, y un estricto régimen dietético empezó, se veía al espejo, y rubores de niña casta subían a su rostro por la satisfacción que sentía al ver su cuerpo florecer en belleza.
Llegó a decirle a su madre… ¿será pecado que me guste tanto mi cuerpo?
Riendo divertida al ver la sorpresa dibujada en el rostro de su madre, ella misma se respondió…
¡Ay mamá! Sería necia si no estuviera agradecida por los dones que la Naturaleza me ha dado.
Se alejo corriendo, a reunirse con su tía Jacinta y Tita, que por ser jovencitas como ella, pensaba que la entendían mejor que su madre.
Su mamá, ya estaba acostumbrada a sus desplantes… tú no entiendes, ¡quién como mis amigas!
Transcurrían los días alegremente en aquel hogar. Ultimando detalles para el evento.

domingo, 7 de junio de 2009

( 9 ) Libro "Más allá" ( visitas [ b ] )

Hace muchos años, tantos que no recuerdo por que tiempo fué, pero yo jovencita era, en ese hogar vivían un matrimonio, con su hija próxima a cumplir sus XV años, un hijo de 3 años, y una hermana de la esposa, la cual iba a estudios profesionales, no recuerdo que era lo que estudiaba, lo que si no olvido, es que ella tendría en ese tiempo unos 20 años mas o menos.
Eran días agitados por los preparativos para la fecha especial, los ensayos del vals, elaborar la lista de invitados, ya saben, un ajetreo bullicioso.
Aquí diremos que “Emma”, (por no decir su nombre verdadero), no descansaba y su hermana, ¿como la nombraremos? Diremos “Jacinta” (por aquello de las demandas por difamación de honor), le propuso alojar en su casa a una amiga de la Facultad, que de un poblado del interior del país había llegado.
Ayudaría en el quehacer del hogar por cama y comida, claro que solo en sus ratos libres.
Emma acepto gustosa, haría una obra altruista, y si en algo ayudaba la joven, que mejor.
Habitaciones, la casa tenia de sobra.
La quinceañera, miro primero con recelo a la huésped, pero días después, ella, su tía Jacinta y Tita, que así se hacia llamar, eran grandes compañeras de compras y amigas.Emma atendiendo al esposo, cuidando al Benjamin de la casa, veía con agrado como en la casa retumbaban las risas y carcajadas de las jovencitas.

(continuará el día de mañana)

sábado, 6 de junio de 2009

( 8 ) Libro "Más allá" ( Visitas [ a ] )

VISITAS

Existe una casa antigua, hermosa, a pesar de lo deteriorada que está, pudiera decirse que es una casa viejita y bonita.
Sobresale por su diseño arquitectónico, de principios del siglo pasado.
Procuro no pasar por su acera, porque el aire que circunda esa propiedad, tiene un olor a moho y herrumbre, a tristeza y soledad.
Tiene años, que me he preguntado que secretos dolorosos guardará.
Si yo entrara, la casa me lo contaría, y tal vez, sólo tal vez, yo podría consolarla.
Más nunca he visto que alguien habite esa casa.
Hay un enorme patio, que comunica a otra propiedad, igual de grande, igual de sola, la diferencia es que ésta segunda propiedad sólo tiene una pequeña casa al fondo del solar, y eso sí, con mucho zacatal, los dos patios.
Hoy domingo tuve muchas visitas, todo el día, parecía imán mi hogar.
¡Me encantan las visitas!
Una de mis amigas, venia acompañada de un familiar, de cuarto o quinto parentesco, como decir, la cuñada de la concuña de mi tía-abuela.
Empezamos a platicar, conversar y descubrir que tú y yo somos tan iguales, que tú como yo en ocasiones tenemos miedos, alegrías, etc.
Si somos tan parecidos los seres humanos.
De platica en platica, caímos no sé cómo en…
-¿Conociste a tal familia?
- Pues no.
-¿Pero como? Si su casa esta cerca de aquí, y cerca del súper. Bueno, es que últimamente vivían tan encerrados.

Pues era la familia que vivió en la casa misteriosa, en la casa viejita y bonita, esa casa que siempre mantiene sus parpados cerrados, y su boca no acepta intromisiones.
Tal vez, nunca se abre de par en par, para no proferir un grito de dolor.
Me contó mi nueva amiga, Sarita para más señas, porque si alguien te abre su corazón, comparte sus lagrimas, te dice, mírame, existo tal como tú, acéptame tal como soy, sin máscaras, entonces ya somos amigas, no son necesarios años y años para conocerse y apreciarse.
Bueno, me contó lo siguiente de esa casa:
(continuará el día de mañana...)

viernes, 5 de junio de 2009

( 7 ) Libro "Más allá" ( Sorpresa)

SORPRESA


¡Que un accidente!
Que de repente.
¿Cómo que ya se murió?
Si se veía tan sano,
Si era mas joven que yo.
¡Me da coraje!
Para mí que la muerte me andaba buscando.
Pero no me encontró.

jueves, 4 de junio de 2009

(6) Libro "Más allá" ( Deleite)

DELEITE

La música formó escalones, que subían, que bajaban, espirales que atrapaban.
La respuesta a muchas interrogantes está en la música.
Casa deshabitada, en medio de la nada.
Sótano con discos del ayer.
Sinfonías que abren mundos que nunca se han ido.
¡Ven! bailemos, bailemos con aquellos que siempre han existido.
Deja que el ambiente se llene de colores frescos como el amanecer.
¡Ven! despertemos a nuestros amigos,
que siempre se alegran al despertar.

miércoles, 3 de junio de 2009

(5) Libro "Más allá" (Prisas)

PRISAS

Mi amiga, tan amiga que muchos creen que es mi madre.
Tan amiga, que yo la veo, como si fuera una madre para mí.
Yo la quiero mucho a ella.
Diario la visito. Diario me visita.
Un día muy temprano, la recibo indispuesta, las prisas, siempre las prisas…
Mi rostro denota disgusto por su presencia.
No la ofendo, no soy así, pero mi rostro denota el rechazo a su visita. La siento inoportuna.
Razono…al rato voy a verla, porque ahorita no puedo atenderla.
Se marcha mi amiga, mi amiga anciana, que tanto me ha enseñado, que tanto me ha querido.
Siente mi alma al verla retirarse, como si una mano helada el corazón me estrujara.
Pero tengo prisa, mucha prisa…
Llega la tarde, sonriente recibo la tarde.
Ya no tengo prisa. Iré a ver a mi amiga.
Antes de salir de casa, se presentan unas visitas.
El cuarto se oscurece, no hay sonido alguno.
Mis visitas son muchas, llenan la estancia.
Hombres, mujeres, niños, vestidos de diferentes modos.
A nadie conozco. Me rodean.
Me miran acusadoramente.
Rostros serios, sin una mirada compasiva.
Se van presentando uno a uno.
Uno me dice…yo soy el tío de tu amiga, otro dice yo soy su hermano, y así, los voy conociendo, son muchos, no alcanzo a contarlos.
Cuando conocí a mi amiga anciana, ya todos ellos habían fallecido.
Ahora, visitaban mi casa. Todos hablaban, unos murmurando, otros vociferando.
Me expresaron lo siguiente:
Cuando le pasa algo a ella, que tanto la queremos y amamos, nosotros, que estamos de este lado, sufrimos mucho.
Me disculpaba torpemente… ¿como le pides disculpas a los espíritus?
Uno de ellos, con apariencia de un varón de edad avanzada, me dijo:
Permitiremos que por breves instantes sientas tú, lo que nosotros sentimos cuando un ser que amamos, recibe un rechazo en el mundo físico.
Escucho todo acobardada.
Acepto la sentencia.
Todo mi cuerpo siente infinidad de espinas que atraviesan hasta el centro, que no queda célula alguna, sin ser tocada por el dolor.
Es tal el suplicio, que no es posible gritar.
Es un largo espasmo de dolor.
Fue un tiempo brevísimo el que sentí como me invadía ese dolor.
Jamás lo he olvidado.
Se fueron, todos juntos se fueron.
Corrí a casa de mi amiga, mi amiga anciana, que siempre me espera con amor.
-¿que tienes?
-nada.
-¿quieres un café? Anda, vamos a tomar café.
-¡Si, claro que si!
Me pasa a su cocina, pone a hervir el agua, alista todo .El cuarto esta lleno de amor.
Mi amiga anciana, ella es mi madre, yo soy su hija.
No le digo madre, no me dice hija, pero lo somos.
Lo sabemos, cada una lo sabemos y somos felices, ¡claro que somos felices!
Quiero pedirle perdón de rodillas, en este mundo una mala cara se ve tan de ordinario, pero tras la barrera, es algo que causa gran daño.
Pero ella no entendería mi arrepentimiento tan grande.
En este brincar de una atmosfera a otra, debemos ser muy cautelosos,
Aquí todo es tan neblinoso, allá todo es tan claro y brillante.
Mi amiga esta sentada, sonriente, es feliz con mi presencia, yo también soy feliz con su presencia.
Me le acerco, me acuclillo junto a ella, no me hinco, no entendería el porque.
Acuclillada junto a ella, tocando con mis manos su regazo, su regazo de largas enaguas, dejo que las lágrimas broten libremente de mis ojos, y le digo:
Perdóneme por favor si alguna vez yo la he ofendido.
Perdóneme, que voy tan ciega y tan sorda por la vida, que temo alguna vez haberla herido.
Apoyo mi cabeza en sus rodillas, y no puedo seguir hablando.
Mi alma siente mucho pesar y vergüenza, por esa cara dura que le mostré por la mañana.
¡Imaginen si la hubiera ofendido de palabra!
Los espíritus no hubieran tenido piedad de mí, y hubieran dejado que siguiera nadando en mi ignorancia.
Siento su mano cariñosa posarse sobre mi cabeza, mece mis cabellos.
Se extraña con mi actitud.
-¡Anda!, ¡levántate! Que en todos estos años, la que me ha aguantado todo mi mal carácter has sido tú.
Nunca me has ofendido, al contrario, siempre me has hecho muy feliz.
-Pero es que hoy en la mañana…
-¡Eso ya pasó! Vamos a tomar café, y mira este pan de dulce, estas envidiosas, estas conchas de chocolate, las compre para ti.
¡Oh!, mi amiga anciana, mi madre en este tiempo, que me ama, ¡a pesar de mí!

martes, 2 de junio de 2009

(4) Libro "Más allá" (Creencias)

CREENCIAS

Joven marino cayó mientras trabajaba del barco que estaba anclado en el puerto.
Buzos peinaron el río.
Los padres, con el alma transida de dolor, y ante la búsqueda inútil del cuerpo de su hijo, se deciden por seguir las creencias, esas creencias, que por algo, no han podido ser guardadas en un baúl de “cosas de los abuelos”.
En un platito colocaron una vela encendida, y cuidadosamente, entre plegarias, la depositaron sobre las aguas del río Panuco.
En una lancha, seguían con ilusión aquella lucecita, hasta que quedó detenida en un punto.
Ahí, en lo profundo, estaba el cuerpo de su hijo enredado. Por eso no había flotado.
Decidieron cremarlo, para tenerlo siempre en su hogar, en un altar que hicieron en su memoria.
En la sala, reunida la familia y amistades más queridas, el padre en breve ceremonia, se dispuso a colocar las cenizas de su hijo, en un recipiente ex profeso.
Tres veces intentó meter la bolsita donde estaban las cenizas, y las mismas tres veces, que la bolsita se expandió cual globo, impidiendo su resguardo en la urna.
El padre, con lágrimas en los ojos, dijo con voz de mando:
Hijo… ¡Te ordeno que entres!
Y la bolsita conteniendo las cenizas, se escurrió dócilmente hacia el interior de la urna.

lunes, 1 de junio de 2009

(3) Libro "Más allá" (curiosidad)

CURIOSIDAD



A punto de ser anestesiada
temo quedarme indagando
en el más allá…
repito mentalmente:
Debo volver, debo volver, debo volver.

Respiro pausadamente, y escucho:
¡Haz vuelto!