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domingo, 27 de septiembre de 2009

Familia Anaya Maldonado ( 5 )



En ese tiempo, el consumo de agua para tomar, era del pozo, y para mayor higiene, en el cuarto de archivo ocupaban un filtro, colocado este en un pedestal.
Un dia, el cartero, don Emilio Coronado, al ir a tomar agua, vio una replica de 'el, que estaba cerca de ese filtro, don Emilio agarró un vaso, y de reojo, observó como aquella aparición lo imitaba.
Se sirvió agua del filtro, y la aparición también hizo esa acción.
Por ultimo, don Emilio, tomó agua de su vaso, y esa replica de él, también tomaba agua.
Está de mas decir, que salió el cartero, pálido del susto, diciéndole a doña Conchita…ni entre ahorita ahí, porque me acaba de pasar esto.

El piso de Correos, era de madera, y el escritorio, francamente se utilizaba sólo porque no había otro, así de apolillado se hallaba.
En una ocasión, doña Conchita, se encontraba haciendo anotaciones y reportes, las oficinas de Correos lucían vacías, porque un muchacho meritorio, de nombre Seferino Pulido, y que ahora es medico en México, había salido a unas diligencias.
Fue cuando doña Conchita empezó a escuchar, un ruidito de monedas que caían, una después de otra, y ese ruido provenía del piso, que se ubicaba exactamente, debajo del escritorio, donde ella se encontraba laborando.
Al mismo tiempo, que se escuchaba la voz de un hombre, en tono muy bajito, tan bajito, como si hablara en secreto, y no se dilucidaba a ciencia cierta que decía, pero parecía que contara las monedas.

En varias ocasiones, la pared que quedaba junto a la cama, se prendía con grandes llamaradas, que empezaban a deslumbrar a doña Conchita, y que estas llamas, empezaban de más arriba de la parte media de la pared, y llegaban a medio metro del techo.
Esas llamas, apuntaban hacia el techo de Correos.
Y así como se aparecían, así de improviso desaparecían, sin que dejaran huella de su combustión.
..

sábado, 26 de septiembre de 2009

Familia Anaya Maldonado ( 4 )



Al quedar una vacante en Pueblo Viejo,Veracruz, doña Conchita Rodríguez Anaya ( en la foto,está en el centro ) presenta ante representantes de correos, venidos de la capital, un examen de competencia, con dos compañeros mas como aspirantes al cargo; y gana el puesto de Administradora de Correos de Pueblo Viejo, al lograr las máximas calificaciones; y es que ella, conocía todos los Departamentos de Correos.

Llega al pueblo, a ocupar su cargo, un 12 de septiembre.
Eran cuatro cuartos grandes, comunicados entre si, por grandes puertas de madera doble, con lamina gruesa en medio, y cuatro aldabones cada puerta.
Adicionalmente, las puertas, se atrancaban con una barra atravesada.
Estaban así de reforzados los cuartos de esas oficinas de correos, porque fueron construidos en tiempos revolucionarios.
Existían dos corredores, con muros gruesos.
Un patio amplio, con un pozo, y al fondo del solar, dos cuartos pequeños, uno para bañarse, y el otro, para el servicio sanitario.

Doña Conchita Rodríguez Anaya, tomo posesión del cargo, y se trasladó con su señora madre y una sobrina, a ese inmueble.
Inmediatamente, al saberlo, el dueño de una fabrica de cuadernos, le solicito a la nueva administradora, permiso, para por un tiempo breve, almacenar un material que estaba por llegarle.
Y es que el había rentado unos cuartos en el pueblo, sin antes haber verificado el estado de los mismos, y cuando los fue a revisar, se llevo la desagradable sorpresa, de que no tenían techo.
Doña Conchita aceptó, y el contenido de papelería de todo un trailer, fue vaciado en unos de los cuartos de correos.
Afortunadamente, los techos de ese inmueble, estaban muy altos, ya que hasta casi el límite, llegaron esos paquetes.
Así que, en la esquina, estaban propiamente dichas las oficinas de correos, franqueadas por un lado, por la cocina, y por el otro, por dos cuartos, utilizados uno como recamara, y el otro, como bodega provisional de papelería.
Y como mayor seguridad, por dentro de la recamara, se coloco una cama enorme, recargada, sobre una de las puertas dobles de madera, la que daba al cuarto habilitado como bodega.

Y ese 15 de septiembre, doña Conchita Rodríguez Anaya, como administradora de correos, había sido invitada para estar en el estrado, donde las personalidades del ayuntamiento, conmemorarían esa fecha cívica.
Pasaron por ella, sus amigas ,una de ellas, era la Chata Pérez, después de la ceremonia del “grito”, pasearon un rato por la plaza, disfrutaron del baile y empezó doña Conchita, a sentirse con cierta inquietud, como temiendo “algo”; a pesar de su extrema juventud, siendo que muy apenas contaría con 18 años, decidió abandonar los festejos de independencia, que estaban muy animados y retornar a su hogar, a hacerle compañía a su señora madre y su sobrina.
Sus amigas la acompañaron en ese camino de regreso a su casa, quedando de verse en los siguientes días.
Como aun no tenían sueño, cómodamente recostadas madre e hija en su cama, leían revistas, como las de “Pepino”, la del “Chamaco”, “La Familia”, cuando en punto de las doce de la noche, sintieron como si alguien empujara la enorme puerta doble de madera, y de ese modo, también movían la cama, donde madre e hija, eran testigas de aquel fenómeno.
En el silencio de la noche, solo se escuchaba…taz, taz, taz, taz.
Doña Conchita, abandono rápidamente la recamara, atravesó la oficina de correos, y salio a la calle, solo con bata de dormir, pero arropada con bastante coraje, por lo que creía una broma de muy mal gusto.
Creyó que el culpable de lo acontecido, se encontraría en el cuarto, que estaba habilitado temporalmente como bodega.
Por esa calle, que se encontraba al exterior de correos, encontró que venia don Domingo Rivera, con un ayudante, y portaba sus redes de pesca, así como una lámpara.
Al saber el motivo de la presencia de doña Conchita, a esas horas de la noche, en el exterior de correos, tomaron la decisión de ayudarla a atrapar al intruso.
Entraron a ese cuarto, recorrieron los pasillos angostos, que se habían formado entre tanta papelería, y no encontraron a nadie.
Y volvieron a cerrarlo, con los cuatro pasadores.

Continuaron las extrañas manifestaciones, y cada que daban las 12 del dia, y las 12 de la noche, todas las puertas, y subraya doña Conchita, eran todas las puertas las que vibraban, no solo la de la recamara; y también la cama de fierro era movida violentamente; entonces tomo la decisión doña Chica, que era la esposa de don Domingo Rivera, de mandar a su hijo Domingo Rivera, a dormir en esa casa, para tranquilidad de la administradora de correos, y su familia...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Familia Anaya Maldonado ( 3 )


Siendo una jovencita, doña Conchita trabajo en la Refaccionaría “Laredo”, que se ubicaba en Tampico, por la calle Isauro Alfaro, con sus tíos, don Francisco Tamayo y doña Engracia Anaya.

Realizó estudios en la Academia de la profesora Fe Deantes, y posteriormente, en Tampico,Tamaulipas, se recibió de contador privado.
Se titulo de maestra de corte industrial
La mamá de doña Conchita, la señora Maria de la Luz Anaya Maldonado, tenía en Pueblo Viejo Veracruz, un taller de costura.

Empezó doña Conchita, a trabajar en correos, a la edad de 16 años, en Tantoyuca, Veracruz.
Para trasladarse a su lugar de trabajo, era necesario que utilizara el tren carguero a Magozal, que demoraba todo un dia en llegar; de ese punto, de Magozal, transbordaba para con un segundo dia de camino, poder llegar a Tantoyuca.
Cuando llovía mucho, Tantoyuca quedaba incomunicada, vía terrestre por 15 o 20 días.
Existía una avioneta, con cupo para solo 5 pasajeros, mas el piloto, que realizaba la ruta de Tampico a Tantoyuca, y viceversa, por esos años; en uno de esos viajes, la avioneta sufrió un accidente, quedando varios de sus pasajeros heridos, y muriendo el piloto.
Durante el año en que doña Conchita, trabajó en Tantoyuca, empezaron a abrir los caminos, para las carreteras.
Después de un tiempo, logra su traslado a la oficina de Correos de Tampico ( fotografía) , cuando era administrador don Miguel Moguel Arjona.

martes, 22 de septiembre de 2009

Familia Anaya Maldonado ( 2 )

Y nunca pudieron regresar por ese dinero.
Llegaron a Tampico, y de ahí, la familia se traslado a Pueblo Viejo, Veracruz, con unos familiares.


Y es así, como el destino, determinó, que doña Conchita Rodríguez Anaya, y sus hermanos, Juan, Rosalva y Leonor, nacieran en un pueblito del norte de Veracruz; si, ya adivinaron, en nuestro Pueblo Viejo.

Cuando doña Conchita, tenía 8 meses de nacida, ella y su familia fueron a vivir a diferentes lugares, y por ultimo a Ciudad Acuña, Coahuila.
Cerca de su domicilio, para ser más exactos, a dos cuadras, estaba el puente del paso, y cuando los hijos de la familia Rodríguez Anaya, estuvieron en edad de estudiar, asistieron a una escuela de monjitas, que se ubicaba en Del Rio, Texas, a solo una cuadra del puente fronterizo.
Su padre, los llevaba y traía, de la escuela.
Cuando doña Conchita, iba a cumplir ocho años de edad, retornó ella y toda su familia a Pueblo Viejo.
Ingresando a la primaria “Leona Vicario”, al tercer grado, como alumna del profesor Manuel.
Solo estuvo en esas instalaciones de madera, por un año.
Del personal, recuerda, que eran maestros: Tita Calleja, Cuco, Ethelvina Mercado Castro, Maria, esta ultima maestra, vivía en esa escuela de madera, en compañía de sus hijos, de los cuales, solo recuerda el nombre de uno de ellos, Héctor.
La directora era la maestra Victoria Herrera de Herrera, que ya en las nuevas instalaciones, fue su profesora de sexto grado.
La maestra Gloria Domínguez, también fungía como maestra de grupo, dándole a doña Conchita, clases de cuarto grado.
La maestra Juana de la Garza Montelongo, trabajo en esos años en la primaria “Expropiación Petrolera”,y posteriormente, se traslado a la escuela de Chijol 17, con el nombramiento de directora de ese plantel educativo.
La maestra Juana de la Garza Montelongo, era tía de la maestra Rosa Eva Velázquez de la Garza.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Familia Anaya Maldonado

FAMILIA ANAYA MALDONADO

Padre: don Sebastián Anaya Agraz.
Madre: doña Petra Maldonado Izeta.

Hijos:
Isabel.
Manuel.
Juventino.
Sebastián.
Maria de la Luz.

Los abuelos paternos de la señora Maria de la Luz Anaya Maldonado, fueron don Manuel Anaya y doña Concepción Agraz, españoles que llegaron a Ocampo.
En ese lugar, compraron grandes extensiones de terreno, ya que habían inmigrado a nuestro país, con un considerable capital económico, en tiempos de guerra en España.
Don Manuel Anaya, era doctor, sus estudios los realizo en su tierra natal y ejercía entre Tula y Ocampo, acompañándolo en el ejercicio de tan noble profesión, su hijo Sebastián Anaya, aprendiendo así, sobre la práctica, todo lo relacionado a la medicina.

Cuando se vino el tiempo revolucionario, ya había muerto don Manuel Anaya, pero por ser de todos conocido, que su hijo, sabia todo lo relacionado con la practica medica, fue raptado por las fuerzas al mando de Francisco Villa, y obligado a acompañarlos, como prisionero, porque les era de mucha utilidad, para atender los casos de enfermedades, partos, y a los innumerables heridos, que estaban entre la tropa villista.

Después de un tiempo, pudo don Sebastián Anaya, huir de sus captores; lográndolo a base de exponer su vida una y otra vez; fue necesario, que atravesara lagunas, sumergido su cuerpo por completo en esas aguas tan frías, logrando respirar por medio de un carrizo, para no ser detectado por los hombres villistas, que no se tentaban el corazón para matar.
Llego a su hogar, completamente empapado, titiritando de frío, y murió pocos días después, victima de la difteria.
Aún no llegaba a los cuarenta años de edad.

Eran constantes las incursiones de los revolucionarios, que se llevaban, al ganado en pie, para irlo consumiendo al paso de los días, y las cosechas, eran arrasadas, y todo lo de valor saqueado.
Las tierras y propiedades de Ocampo fueron quemadas, por los revolucionarios.
Y todos sus habitantes, ricos y pobres, fueron obligados a salir, con sólo lo puesto, y bajo una fuerte lluvia, llegando a ciudad Mante, Tamaulipas; ya de ahí, se dispersaron a distintos lugares del país.
La familia Anaya Maldonado, antes de ser desalojada violentamente, aprovechó un breve momento, para dejar escondidas las monedas antiguas de oro, que vaciaron de unos costales, en un horno de pan, y un pozo de agua...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Don Concepción Román Romero ( 3 ra, y final )

También se contaba la historia de la Llorona en Pueblo Viejo, Veracruz; cuando él era muy niño; pero una noche, que quisieron espantar a su papá, su padre sacó un cuete (pistola), y el que andaba asustando, disfrazado con mantas blancas, y lanzando tremendos aullidos por las noches, en el pueblo, cuando aún las calles estaban con escasa luz eléctrica; ese individuo, salió de la oscuridad, gritándole y suplicándole al papá de don Chon, que dejara de dispararle, e identificándose como un habitante más del pueblo, alguien de carne y hueso, y que temblaba por el susto, de haber sido baleado.
Y dice don Concepción Román Romero, se acabó ahí la creencia de La Llorona en el pueblo.
Don Chon cuenta, que él no llegó a verlo, pero supo, que a los rateros los fusilaban por el rumbo del cementerio, y es que dicen que mucho antes había muchos bandoleros.

La esposa de don Concepción Román Romero se llama Bertha Ramírez Estrella.

Los hijos del matrimonio Román Ramírez son:
Santana (+)
Orlando
Eduardo
María
Señor Concepción
Leolpoldo
Ausencia
Luis


Nos despedimos de don Chon, ya que él estaba muy ocupado, limpiando, sobre una larga mesa, una pila abundante de pescado, en el patio de su solar.
Le agradecemos mi esposo y yo, su aportación de datos para este libro.

martes, 15 de septiembre de 2009

DON CONCEPCIÓN ROMAN ROMERO ( 2 da. de 3 )


( En la foto vemos a mi esposo, el profesor Roberto Hernández Cervantes obsequiándole a Don Concepción Román Romero el Libro "Pueblo Viejo" , que es donde aparecen varias semblanzas, incluida la que estamos subiendo a la Red y que fué narrada amablemente por Don Chon).
Recuerda que sus vecinos eran don Tacho Delgado, que fue Presidente Municipal de Pueblo Viejo,Veracruz , y también Presidente de la Cooperativa de Pescadores.
Francisco Villanueva, que era comerciante, y tenía un billar, el cual carecía de nombre, porque a algunos negocios no se les ponía nombre.
Doña Antonia Peña, que era costurera, tía de Guille y de Perfecto Flores.
El papá de don Concepción Román Romero, se llamaba Santana Román Molina. Era originario de Tamiahua, se dedicaba a la pesca, y fue socio fundador de la Cooperativa de Pescadores.
La mamá de don Concepción Román Romero, se llamaba Ausencia Romero Cruz, y era originaria de Pueblo Viejo. El vivía antes por el Muro, por donde vivía su tío Felipe, así como su primo Zenón. El terreno donde vive actualmente, era de don Simplicio Ramírez, el suegro de quien narra.
Don Chon está afiliado al Seguro Social, y tiene por costumbre andar descalzo, siempre ha caminado así, con sol, frío, lluvia; él dice que le es más cómodo no usar calzado.
Según nociones que él tiene, existe una piedra, que es conocida como la Cruz de la Piedra. Según la historia que ha escuchado, que ha habido piratas, y que a ese lugar llegaban los piratas.
El nunca ha visto éso que llaman las bolas de lumbre, que se aparecen por las noches, y que escuchaba en pláticas decir a sus antepasados.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Señor Concepción Román Romero ( Don Chon )



SEÑOR CONCEPCION ROMAN ROMERO
Nos narra lo siguiente:
Nació el 8 de diciembre de 1925. Es conocido en Pueblo Viejo, cariñosamente, como don Chon. Comenta que La Cooperativa de Pescadores, antes de existir como tal, era Unión de Pescadores Lázaro Cárdenas, en el 33.
Como en el año 1941, se fundo la Cooperativa, La Regional, siendo el señor Concepción Román Romero, uno de los fundadores. En la Cooperativa Regional de Pescadores, cuando empezó, eran como ciento y pico de pescadores, eran como unos 110 pescadores en total.
Tenia 8 años cuando el ciclón del 33, y el agua no subió mucho; cuando el ciclón del 55, se llevó muchas casas de las orillas de la Laguna de Pueblo Viejo.Recuerda que sus vecinos eran ...

sábado, 12 de septiembre de 2009

Familia Wong Sánchez ( 4 y final )

Tuvimos muchos empleados: Amado, Esthela, Norma, Silvia, Lupita, Benito Casanova, Pepe Hernández (hijo de don Panchito, el de Sanidad) hoy nuestro compadre.
La casa era de Teja, mi papá levantó las paredes, yo eché los pisos.
Narra la esposa de don Luis Wong: el Grupo Macondo continúa, cuando empezó el grupo iban matrimonios, ahora somos puras mujeres.
Integrantes del “Grupo Macondo” de ayer y hoy: Zoila Cervantes, Elda Ruth García y su cuñada Gloria, Sebastian Anaya, Zenón Román, Mario Lacorte, Guadalupe Benítez, Laura Navarro, Eloina Hernández, Ángel Juan, Rene Pulido, maestra Lilia Del Ángel, Nora Hilda Ruiz, Rosa Careta, Silvia Guzmán.
Se hacen loterías de cartón, y merienda, luego una rifa de algún objeto entre nosotras mismas, para conseguir fondos para los festejos del día de la madre, para fechas especiales, cumpleaños, y nos vamos a algún restaurante.
Nos despedimos mi esposo y yo de la familia Wong Sánchez, agradeciendo sus atenciones.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Familia Wong Sánchez ( 3 )

Amigo y vecino: Carlos Castañeda (+).
Comadre Flora, Sr. Rosendo Martínez que era panadero, hacia pan en “batidas”, que era en latitas de sardina. Tenia los siguientes hijos: Félix, Luis, Lola (su hijo Salvador es nuestro ahijado), Guillermo, Octavio, Gil y Juan. Cuando llegaban a su casa todos estos jóvenes, su mamá les tenía lista una cazuela con arroz, un jarro con frijoles, a un lado carne asada, huevos, chorizo, y el que iba llegando, se hacia lo que quería. Su mamá, estaba lave y lave todo el día, y haciendo todo su quehacer hogareño.
El que vendía el periódico por fuera de nuestra tienda, era don José Ochoa, mi padrastro.

Vecinos: Manuel Li Sandoval, vive ahora en México. Francisco Eng Pérez (+ ) Al lado de Telégrafos, vivía Gloria García, esposa de Yeyo. Al lado de Telégrafos estaba el Café del señor Onésimo Orta, y su mujer era doña Toña; padres de Florinda, y las Cuatas. El dueño del “Café El Gallito” era el Sr. Juan León.
Había una poza en la Fuente, donde nos íbamos los niños a bañar. Salía el agua del manantial. Íbamos muchos a jugar ahí, en una ocasión, vimos como una víbora se sacaba el costalito del veneno, y lo depositaba en una piedra (para poder tomar agua), y nosotros, con una resortera, le rompimos el costalito del veneno, y la víbora se mato a costalazos, se dio de cabezazos en una piedra, y todos lo vimos. El agua de la poza, nos daba a la altura del pecho.

martes, 8 de septiembre de 2009

Familia Wong Sánchez ( 2 )

Para ir a Tampico, pasaban los carros en el chalán, tardaban hasta un día para pasar, la cola venia a dar hasta aquí, enfrente de nuestra tienda. Son tres kilómetros de distancia.
Hermanos:
Rosa María Wong, Luis Antonio Wong, Minerva Wong, Ruth Mimí Wong, y Bella Hurí Wong .
Mi tío Enrique Ursulo Fernández trajo la luz eléctrica al pueblo. Contribuyó para que se hiciera la carretera de aquí al Humo, en tiempos de López Mateos.
En aquel entonces, los primeros electricistas, fueron: Juan Gallardo (+) Erasmo Pérez (+) y Ernesto, que aún vive, pero en Pánuco.
Don Elías Navarro, anduvo promoviendo la Secundaria, y es que la querían llevar para Mata Redonda.

Mi tío Enrique U. Fernández, compró un terreno (El Retiro de Lourdes), estaba desnivelado, empezó a rellenarlo, y a construir las capillitas, y salio una roca de cristal; las personas le regalaban a mi tío pedazos de aretes de oro y plata, y monolitos que había en Tampico Alto, y todo eso se lo ponía a las capillitas, a la Virgen.
Mi tío Enrique Ursulo Fernández donó el solar para el cementerio.

Mi esposa se llama Carmen Vázquez Hernández, es originaria de Tuxpan.
Mis hijos son José Luis Wong, Yolanda del Carmen Wong y Martha Leticia Wong.
Porque no reviven el viaje en lanchitas, del muelle fiscal, a los merenderos de aquí de Pueblo Viejo.
En mi niñez, se jugaba al Burro francés, al Tiki/bein, se correteaban unos a otros, con una pelota. Al bote escondido, uno lo escondía, y cuando se encontraba, se decía, 1.2 y 3, ya lo encontré. O al cinturón escondido.

Amigo y vecino: Carlos Castañeda (+).

domingo, 6 de septiembre de 2009

Familia Wong Sánchez ( 1 )

FAMILIA WONG SANCHEZ

Esta semblanza, es narrada amablemente por don Luis Wong Sánchez.
Mi papá don Luis Wong Chong, y su sobrino Celso Wong Chansi, hijo de su hermano Celso Wong Chong, que tambien vino al pueblo, eran originarios de Cantón, China. Llegaron a Pueblo Viejo, en el año de 1912.
Mi primo Celso Wong Chansi, era sastre. Le decíamos tío.

Desde esa fecha, empiezan su desempeño como comerciantes en Pueblo Viejo.
Sus inicios, fue un local chiquito, con rejas de tomate, cebolla, etc. en aquel entonces.
Estaba ubicado enfrente del solar de don Teodoro Cantu.
Mi mamá doña Yolanda Sánchez Fernández, era originaria de Pueblo Viejo.
De ahí, nos cambiamos a este terreno. Se empezó a formar el negocio. Después, ya tenía de todo. Calzado, hilos, telas, ropa, loza, cubetas. Aquí venían a buscar lo que necesitaban, hasta de los ejidos.
También contaba con un Molino de Café, llamado “Café Cuauhtémoc”, y surtíamos de aquí, hasta toda “La Brecha”, que hoy es la Carretera Nacional. Bueno, surtíamos hasta Tierra Blanca. Y de allá para acá, se traía de todo lo que había, como maíz, o piloncillo. En ese tiempo, solo estaba el molino de nixtamal, en aquel entonces no había tortillerías. Hasta el año de 1962 que surgió la primera tortillería en el pueblo que fue la de nosotros.

Mi madre, la masa la molía, hacia como un bocolito, que era llamado el Testal, lo cocía, y lo volvía a moler con toda la masa, decía que era para darle hilo a la masa, y se molía de nuevo con toda la masa, y ya entonces, empezaba a tortear con esa masa, y así comíamos en nuestra casa, en tortillas hechas en comal. Eso era cuando todavía no teníamos la tortillería.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Señor Javier Cárdenas Rodríguez (Jawuer) ( 3 y final )

En la calle Abasolo viven Josefina Miriam y su hermana Chabela, conocidas como “Las Millones”.
Continua narrando el señor Javier Cárdenas Rodríguez ( Javer), que el escuchó narrar que don Cosme Cobos, peleó en la revolución, y que salía a las calles de Pueblo Viejo, con su uniforme de revolucionario, orgulloso de quien era. Su descendencia fue como de 20 hijos.
Don Cosme Cobos, era dueño del centro nocturno “Los Mangos”, y ese local era muy concurrido por petroleros de Mata Redonda
El hermano del señor Pablo Ferro, era don Celestino Ferro, de ascendencia italiana, fue presidente municipal del pueblo, por los años 49 o 50; gerente de la Cooperativa de Pescadores, cuando la guerra, en los años 40 o 42.
El señor Javier Cárdenas Rodríguez (Javer), comenta que cuando jovencito, una noche que venia del Paso del Humo, por la calle del antiguo camino a ese paso, por el camino de las Macetas; tenia altos matorrales ese camino, y lo asustaron. Se le apareció un hombre sumamente alto, altote; que tenía ojos rojos, y fumaba un largo cigarro.
Continuamos con las remembranzas del señor Javier Cárdenas Rodríguez, el cual narra que los que trabajaban en el café “El Gallito”, los chinitos, de la noche, para amanecer una mañana, desaparecieron. Que fueron las autoridades para levantar acta de los sucesos, y al indagar en unos botes, donde se suponía que había harina o azúcar, encontraron que estaban llenos de monedas de plata, y de centavitos de plata. Se hizo la leyenda, de que los chinitos encontraron un tesoro de monedas de oro al fondo del solar de ese negocio, por eso no les interesó llevarse las monedas de plata que tenían escondidas en grandes recipientes.
¿Que pasó en realidad? Si alguien lo sabe, que nos lo diga, para luego añadirlo a este libro.
Otra leyenda, es el de una familia, que llegó de fuera, se metió a vivir al viejo cuartel, como de prestado, un por mientras; y se encontraron unas petacas llenas de monedas de oro, y entonces compraron grandes extensiones de terrenos.
También se cuenta, que en una casa del pueblo, de Pueblo Viejo Veracruz, más específicamente en su pozo que está en el patio, se oye cuando se acercan al brocal del pozo, como que rezan.
En una ocasión, vieron lumbre que salía de ese pozo.
Que un día, se metieron a limpiarlo, y se encontraron una moneda de oro, para mayor exactitud, un centenario. Uno de los primeros dueños de esa propiedad, se metía a limpiar ese pozo, y creen que ahí escondió mucho dinero.
Le agradecemos mi esposo y yo, al señor Javier Cárdenas Rodríguez su amable narración, y comprobamos una vez más, que Pueblo Viejo, tiene muchas vivencias, remembranzas, historias, leyendas, anécdotas.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Señor Javier Cardenas Rodríguez ( Jawuer ) ( 2 )

Nos dice el nombre de pobladores de Pueblo Viejo que vivían o viven en la calle de las Macetas: Herlinda, Margarita (calle de la Pasadita), Chino Abad, Simplicio Ramírez, Doña Paula Ponce, la familia de don Pablo Ferro, don Enrique Artolozaga, don Pedro Pulido, Simo V. Rodríguez, Hermelinda Arteaga ( tenia un palenque de gallos ), Santiago García Maya, (tenia vacas en su predio) ,Carolina Artolozaga (vivía por el “Ven Acá”, de frente de donde hoy hay un lavadero de autos), Julián González( tenia un potrero, con vacas) y era padrino de bautizo de Clotilde Pérez Orozco ( Cota), José Ramírez ( El Pajarito), vendió solares donde esta la calle Carranza y entre Magnolia, vendió hasta la punta, por donde vive Felicitas, y don Pablo Ponce; Santiago García ( papá de las García Maya), Pedro Pulido, Aurora Ortega de Bayly (mamá del maestro Danilo Bayly Ortega).
Simón Delgado, vivía frente al monumento, donde hoy es farmacia; David Vizuet, dueño del terreno que esta al lado de la farmacia de Simón Delgado. Arturo Cobos y Justina Guerrero, vivían a la entrada del pueblo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Señor Javier Cardenas Rodriguez ( Jawuer ) ( 1 )

SEÑOR JAVIER CARDENAS RODRIGUEZ ( JAWUER)
Vive actualmente en Tamazunchale, y narra para este libro lo siguiente:
De primero, existían escasas lanchas con motor para realizar las actividades de pesca en la laguna; a una lancha de motor, se le amarraban varias lanchas de las de remos, una tras otra, como en hilera, y así de ese modo, eran remolcadas por la laguna, donde se dejaban diseminadas aquí y allá, por un espacio de tiempo, mientras sus tripulantes pescaban y luego, pasaba la lancha de motor, donde de nuevo, se amarraban una lancha tras otra, y ahora eran remolcadas, rumbo a la orilla de la laguna.

Que cuando el era un niño, en compañía de su hermanita, vendía lonches en los merenderos de mariscos de Pueblo Viejo. Un asistente de Cuauhtemoc Cárdenas, se llamaba Meneos y era originario de Pueblo Viejo. Recuerda de la primaria, a los maestros Flor, Rosa Eva, Froylan, Aparicio. De mi tío Ángel, comenta que le gustaba ir a la laguna a pescar jaibas, hasta que una le prendió con sus tenazas un dedo de una mano, y ya a mi tío Ángel, se le quito el gusto de pescar jaibas en la laguna de Pueblo Viejo. También recuerda que el director de la primaria, los castigaba a los alumnos, encerrándolos con llave en los salones, y también ordenaba que a los zaguanes, se les pusieran cadenas y candados, y los chiquillos, se daban sus habilidades, y se escapaban de los salones, saltando por los ventanales, y se distraían haciéndole preguntas a mi tío Ángel, le preguntaban como se decían algunas palabras en ingles, y vacilaban preguntándole como se decían ciertas groserías en aquel idioma, y cuando ya fastidiaban a m i tío Ángel, empezaba mi tío con sus historias de marcianos, platillos voladores, y así sabían los muchachos que mi tío ya no quería platicar. Si lo enfadaban, empezaba a darles de cocotes, y entonces ellos lo molestaban más, para que los correteara. Cuando ya lo veían muy enojado, se asustaban, y recordaban que estaban encerrados en la enorme escuela, y que no podrían salir. Entonces empezaban a buscar a mi abuelita Luz, para que les abriera el zaguán.

martes, 1 de septiembre de 2009

Familia García Navarro ( 2 y final )











También el señor Jorge Luis García Navarro, nos proporciona datos del general Ángel Rodríguez García, (quien tenia relación de parentesco con la familia de quien nos informa los testimonios), del cual nos refiere que era originario de Pueblo Viejo, que estudio en la primaria “Ignacio Zaragoza”, que estaba en terrenos de lo que hoy es la presidencia municipal y las maestras eran Mariquita Castro, y la profesora Victoria Herrera Vda. De Herrera. El general Ángel Rodríguez García, estuvo en varias embajadas, estuvo en el Agregado Militar en Italia, Checoslovaquia, Washington, y su ultima misión fue en San Salvador. A él, aquí casi todo el mundo lo conocía como la “Gachupa”.
La familia García Navarro, ha tenido una destacada participación deportiva, y el señor Jorge Luis García Navarro, nos proporciona datos, que unidos a otros datos seleccionados, así como fotos, nos permiten dar una breve reseña del aspecto deportivo de Pueblo Viejo. Mi esposo y yo agradecemos sus finas atenciones.