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sábado, 5 de febrero de 2011

Doña Crescencia Vargas Almazan ( Doña Chenchita)


DOÑA CRESCENCIA VARGAS ALMAZAN (doña Chenchita)

Narra amablemente lo siguiente:

Nací en 1923. Soy originaria de Pueblo Viejo, que en ese tiempo era pueblito, pero ahorita esta mas grande.
Recuerdo más los acontecimientos de cuando 7 años de edad. En adelante.
Mi mamá fue doña Gertrudis Almazán, y mi papá don Atenógenes Vargas.
Mi mamá no era de Pueblo Viejo, parece que era de Topila, de algún pueblito de Panuco.

Viví en casa de la maestra Mariquita Castro, porque era mi madrina. Ese hogar se ubicaba por la calle Madero, por la Fuente.
Ahí esta la casa todavía, solo que no es completamente igual a cuando yo viví ahí. Cerca vivía la mamá de la “Negrita Biraghi”.

Ella, Herlinda Biraghi fue mi compañera de la primaria. El Dr. Ramón Cantu Ochoa también fue mi compañero de estudios.
Primero estuve en la escuela Leona Vicario, que estaba donde actualmente esta la Presidencia Municipal.
Luego en la Ignacio Zaragoza, que se encontraba al fondo de donde hoy es la escuela Expropiación Petrolera.
De niña, y hasta la actualidad, siempre he sido amiga de la señora Lazara, de Lazarita, que es una señora de pelo largo, blanca. Que es tía de Silvina Reyes, y que vive por el cementerio.
Lazarita, parece que me dijo que tenía 76 o 77 años de edad, que es más chica que yo.

Cuando la voy a visitar, le da mucho gusto, y dice… ¡Mi amiga de la infancia ¡ ¡ ay que bárbaras ¡ ¡ todavía andamos aquí!
Le pregunto, ¿no vas a chambear?
También conozco a Esperanza Chirinos, y su mamá se llamaba doña Clarita, ella vive por la Fuente, por donde dan vuelta los carros de sitio. Ella, Esperanza Chirinos, es más chica que yo, un poco más chica, de perdido unos 2 o 3 años.

YO CUMPLIRE, ESTO SI DIOS QUIERE, Y ME PERMITE VIDA EL SEÑOR QUE CUMPLA 85 años este 14 de septiembre del 2008.

Yo solo curse hasta el 3 er. año de primaria. No la termine. Me case a los 14 años de edad. Mi esposo se llamaba Vicente Ricardo Reyes. Creo que eran de Ozuluama.
El papá de mi esposo era don Delfino Ricardo, su mamá era doña Eulogia Reyes.
Tuvimos 3 hijos: Alicia, Delfino y Genoveva Ricardo Vargas. Las dos mujeres ya fallecieron y están sepultadas aquí en Pueblo Viejo.

Quede viuda y conocí a don Francisco Vizcarra Segura, y procreamos los siguientes hijos: María Isabel y Gregorio Vizcarra Vargas.

Volví a quedar viuda, y conocí a don Eustorgio Lorenzo González, procreando los siguientes hijos:
Beatriz Lorenzo Vargas y María Antonia Lorenzo Vargas.
Tengo como 10 nietos, y bisnietos pues tengo más de 10, ya hasta tengo un tataranieto, de 3 o 4 años de edad, mas uno que viene en camino.

Otra amiga de mi infancia, es doña Eva González, fuimos compañeras de la escuela. Cuando yo era niña, no había luz, había un señor que tenía una plantita de luz, que vivía por donde estaba la Cooperativa de pescadores, enfrente de ella, por la calle Carranza. La luz de los foquitos de ese tiempo, parecía que eran unos “cocuyitos”, de tan poquita luz que daban.

Me acuerdo que había un hospital, arriba de la Fuente, decían que había chapapote, y estaba el Campo “La Corona”.
Yo conocí al general Lázaro Cárdenas, era muy amable y muy guapo, estaba muy joven.

De leyendas, cuentan, dicen que se aparece por toda esta calle, yo nunca la he visto, una mujer de blanco, con el pelo muy largo, que la veían muy esbelta… ¡pues cuentan! Y uno pues escucha y se le graba.
Y que por la Fuente, bajaban unas bolas de lumbre, también eso contaban, yo nunca vi eso, ya estaba casada cuando escuchaba esas platicas. Y cuando me iba a limpiar camarón, hará como unos 40 años de eso, y me iba con mi hija, a trabajar ahí, limpiando camarón.

Había 2 escuelas, una de mujeres, una de varones, luego ya fueron mixtas.
La iglesia estaba en terrenos de la actual escuela “Exp. Petrolera”, por la casa del doctor Cantú, pegada a ese solar. Era un como cerrito, donde estaba la iglesia de madera.

Las tiendas, era la de don Luis Wong (Chalito), atrás de la presidencia.
“La Barata” de don Manuel Wong, vive un hijo de él, don Ángel, de la presidencia, una cuadra más, en la mera esquina. Y una enfrente, en contraesquina de la presidencia.
A don Luis, le decían “El Palillo”.Eran 3 tiendas en ese tiempo. “El Movimiento”.
De los Terán, más allá, había una tiendita, era de un chalito.
Las tiendas del pueblo, en ese tiempo, eran de chalitos.

Tuve un hermano, se llamaba Ponciano, se crió con doña Josefina, con don Roberto Gutiérrez; ellos vivían por donde hoy está la tienda popular, ahorita, estaría a un lado, de donde le decían “El Naranjito”.
Dejé de verlo, cuando yo tenía 15 años de edad. Ya estaba yo con un hijo. El se fue de aquí, a Tampico.
Existía un señor llamado Tiburcio, era un señor pobre, que se mantenía solo, y me daba razón de mi hermano, me decía… fíjate que vi a tu hermano, le di para que comiera, lo que pasa es que ha mi hermano le gustó la mala vida.

Antes no había llaves de agua en el pueblo, yo me iba a la Fuente a traer agua con personas mayores, y es que ahí estaba bien espeso el monte, y el agua de la Fuente, corría por la calle.
Y contaban, que en la Fuente, se parecían las Tepas, que eran varias mujeres de pelo muy largo, mujeres altas, muy esbeltas.

Estuve en el Club de la Tercera Edad, Se formó por iniciativa de la doctora Nicha. Venía un compañero de ella, también doctor y nos llevaron al Panorámico. Luego al Auditorio, y fue como por año y medio.
Lo que me gusta de Pueblo Viejo, pues es su armonía, pues soy muy conocida en este pueblito por las familias.
Los hijos y nietos, me conocen por sus papás, que aunque algunos ya murieron, me siguen apreciando sus familiares.
Este pueblo no lo cambio por nada. Mi hija Beatriz, me llevo a Tampico.
¡No! ¡Me siento como león enjaulado!
Me dice mi hija… mamá vente.
Le contesto… acá tengo patio suficiente para caminar.
En la casa de mi hija, en Tampico, salgo a la terracita a mirar, o al frente, pero me siento ENGALOMADA nomás.
Y un día, fui a traer tortillas, y que me pierdo.
Nos despedimos, agradeciendo sus atenciones.
( pintura realizada por Jorge Mar Pulido )