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jueves, 7 de mayo de 2009

Don Patricio Gonzalez Ochoa.Ex presidente municipal de Pueblo Viejo,Veracruz.


DON PATRICIO GONZALEZ OCHOA




Padre: don Patricio González Sánchez.
Madre: doña María Ochoa Ramírez.
Sus padres son originarios de Tantoyuca, Veracruz.
Hermanos: Nora Berta, Alicia, Ernesto, Rosario y Manuel Gonzáles. Ochoa.

Esposa: doña Juana Vizcarra Mar, conocida cariñosamente como doña Jany.
Los padres de ella: don Pantaleón Vizcarra Arambulo, originario de Pueblo Viejo.
Doña Juana Mar Pérez de Vizcarra, originaria de la Rivera, Municipio de Tampico Alto, Veracruz.
Hermanos: Eduardo (+), Josefita (+) trabajó en el primer kinder de Pueblo Viejo. Pantaleón y el Lic.Miguel Vizcara Mar.

Nos narra don Patricio González Ochoa:
Tengo mucho tiempo de residir en este lugar, nací el 24 de mayo de 1931.
Les contaré, que hace muchos años… en aquellos tiempos, en política había aquí un grupo fuerte, donde militaban don Pablo Ferro y don Ruperto Ruiz Perales.
Empecé a incursionar en la política en las filas del PRI, luego empezamos un grupo de amigos, a trabajar para tener un candidato nuestro para presidente del PRI, buscamos un amigo de nosotros, sobrino de don Pablo Ferro, de nombre Héctor Lince, y en un momento dado, dijo que por motivos personales no podría ser el candidato, el era el Administrador de Correos.
Paso como en los años 70s, entonces estaba una maestra llamada Ernestina Guerrero, originaria de Tantoyuca; era la diputada por este distrito, y le avisamos que nuestro candidato había declinado la invitación, y me dijo la maestra: éntrale tu Patricio González Ochoa, te vamos a apoyar.
Le dije… no les voy a saber ni a melón.

Se hizo una elección, tan reñida, por lo difícil, y pasaban a los delegados a un pizarrón. Y estábamos empatados, y el grupo de don Pablo Ferro Pólito, estaba ahí, apoyando a mi contendiente, y seguíamos empatados, empatados.
Había dos personas, que iban ya a definir la situación, y entonces viene uno… ¡y apunta por mí! Ya nadamás quedaba una persona, si apuntaba a mi contrario íbamos a quedar nuevamente empatados.
Esa persona era Luchita Tood, que era enfermera de Salubridad, (vivía frente a la plaza principal, donde actualmente es el domicilio del doctor Santillán) y le toca a ella apuntar su voto.
Le dicen, a ver Luchita, ¿por quién votas?
-¡Ay! Los dos amigos míos, los quiero mucho… ¡No!, yo… ¡me abstengo de votar!, y gané por un voto.

Bueno, Presidente del PRI de Pueblo Viejo, y empezó la cosa, que bueno, que hay telegramas en contra mía, de todo un grupo; pero ahí la fuimos sorteando, pero a mí no me quitaron nunca; hasta vino el mero Presidente Estatal del PRI, que vino a ver porque había tanta cosa aquí, y dijo, no está bien, aquí te quedas.

Luego, ya salen después, los candidatos a la Presidencia Municipal, eso ya fue en 1978, y salgo nominado por el Partido a la Presidencia Municipal.
El Gobernador era don Rafael Hernández Ochoa.
Teníamos un presupuesto anual, en aquel tiempo, de 600 mil pesos, que vienen siendo 50 mil pesos mensuales, de ahí había que pagar todos los gastos, como pagar al personal del Ayuntamiento.
Entonces, viendo que era muy poquito lo que se manejaba, y ya había aquí empresas que se dedicaban a construir Plataformas Marinas, en el 106, en Mata Redonda, había una del Sindicato Petrolero, luego allá en la Hidalgo había otra empresa, y aquí en la Anahuac.

El Presidente López Portillo vino a inaugurar la que se instaló en la Anahuac, la Landermon, acompañado del Gobernador de Veracruz, don Rafael Hernández Ochoa.
Tuve la suerte grande, de que, aunque nunca supe porque, yo le simpaticé mucho, desde que era candidato, y ya cuando fui Presidente Municipal, sería por el apellido Ochoa, el era Hernández Ochoa, y yo González Ochoa, y es cosa, que a mí me habían dicho allá en Xalapa, que va el gobernador a tu pueblo…
¡Pídele dinero, pídele obras, pídele esto, pídele y pídele!
Porque ellos van a dar, tu pueblo no tiene nada, pues lo que les den es bueno.

Yo con esa cosa, siempre pensando… ¿Cuándo vendrá el gobernador?
¡Cuando venga! Ya tenía preparada una lista.
Le dije… no tenemos locales o edificios especiales para Jardines de Niños.
-¿Dónde no tienen?
Pues aquí en la cabecera no hay, los niños reciben clases en un salón prestado de la escuela primaria Expropiación Petrolera. Actualmente (2008) está construido en terreno de donde era el patio posterior de la escuela primaria “Expropiación Petrolera”.
-¿Dónde necesitan otro?
Pues allá en la colonia California… y que hacen ¡otro Jardín de Niños!

En la Congregación Anahuac, pasó un detalle relevante, cuando el ingeniero que estaba construyendo las instalaciones para los Jardines de Niños llega a la Congregación Anahuac, y le digo… este es el terreno donde va a ser el Jardín de Niños, exclama el ingeniero… ¡Muy bien!
Dice el ingeniero ¿y aquí por donde pasan ustedes el material? Pues por el botecito; ahí había un paso que le decían “Paso Don Chon”, estaba ubicado en el lugar conocido como “El Poste Alto”, ahí había un viejito, que con su botecito, daba el servicio.
Le dijimos al ingeniero: así aquí pasaremos todo el blok, arena, grava…
Dijo el ingeniero, ¡no le entro! No lo hago, este Jardín de Niños, ¡pues no!
Voy a salir poniendo, saldrá muy caro transportar eso, y luego después del cruce por el río, utilizar carretas (porque no había aún puentes) no estaba el de la Anahuac, ni estaba el del Puente Prieto, de manera que no había carros.
No había calles, no había luz, no había nada de nada en la Anahuac.
¡Pero había mucho ánimo!
¡Ay!, pues ahí voy con el gobernador.
Pregunta, ¿Cómo están trabajando?
Pues ya los Jardines de Niños están trabajando, menos el de la Anahuac.
-¿Por qué?
Porque no quiso el ingeniero por los costos, por su transportación de los materiales, y todo eso; sin embargo, acabo de tener una reunión con todos los padres de familia, donde ellos se comprometan a pasar todo el material, acarrearlo en las carretas, llevar toda el agua, todo, todo; inclusive la mano de obra. Los padres de familia les llamaban “FAJINAS”, ellos decían… ¡Vamos a hacerlo! ¡Vamos!
Entonces, dijo el gobernador, ¿todo eso van a hacer ellos?
A bueno, entonces, en lugar de hacerles un Jardín de Niños de 3 salones, que se los hagan de 12 salones, y fue el más grande que se hizo, y que existe aquí, por el hecho de la participación de los Padres de Familia.
Me acuerdo que llegó un Jardín de Niños, que vino con su cocina integral, con juegos infantiles, como resbaladeros y areneras para los niños.
Bueno, ya empezaron a llegar obras, ya la gente veía.

La Presidencia Municipal, era de una sola planta, era una especie de galera, como una casa de las de tejas viejas, ahí todos arrinconados.
Entonces una vez, estando el Gobernador, que pasaba por aquí por Pueblo Viejo , tuvimos una Junta ahí en la Presidencia, cuando pasa la policía, que en aquel tiempo había un comandante y eran tres policías nadamás, y entonces pasan dos policías, que llevaban detenido a un borrachito; desde la entrada de la Presidencia lo llevaban, mas en rastras que caminando iba el borrachito, cuando se detiene a medio salón presidencial y ve a toda la gente, (es una mala palabra la que voy a decir) el borrachito dijo … ¡chin…a su…todos!
Estaba el Gobernador, estábamos todos y… ¡nadie dijo nada!
Ya metieron al borrachito para allá, porque ahí estaba la cárcel, ahí estaba todo junto, y entonces alguien se río, luego el Gobernador también se rió, y luego todos se rieron con ganas.
Yo dije, bueno, ya se acabó la Junta.

Al paso del tiempo, en una visita oficial al señor Gobernador, le digo:
¡Hombre! ¿Se acuerda cuando estuvo usted en Pueblo Viejo?
- ¿Cuándo?
Pues cuando pasó lo del borrachito.
-¿El que nos mentó la madre a todos?
Señor Gobernador, es que no tenemos una Presidencia donde tengamos allá la cárcel, por acá unas oficinas, mas allá los archivos…
-¿Que es lo que quieres?
Señor Gobernador, pues una Presidencia mas acondicionada, que nos la hagan.
El señor Gobernador apunto una Presidencia mas acondicionada así y asá para Pueblo Viejo.
Quedo toda terminada, ¡bonita!

Ya teniendo las edificaciones para los Jardines de Niños, la Presidencia Municipal más amplia, que sale la necesidad de convertir a Pueblo Viejo en ciudad.
A mi no se me ocurría, ni quien pensara en eso, ¡No! ¡No!
El asunto era que yo iba allá con mi Tesorero del Estado, y le decía, mándenos una participación, porque no nos mandan.
No hay recursos, no los hay.
-¿Donde estas tu?
En Villa Cuauhtemoc, Veracruz
-¡A las Villas no les mando nada! Hazte ciudad y apúntate a la cola.
Pues ahí vamos con el Señor Gobernador. Señor Gobernador, queremos que a Pueblo Viejo nos lo haga ciudad.
-¿Pues que te pasa?
Es que si no le hago así, nunca nos van a llegar participaciones. Necesitamos que nos haga ciudad.
-Para ser ciudad, necesitas agua, drenaje, luz. ¿Que necesitas?
Pues tengo agua, tengo luz, pero no hay drenaje.
-Pues has el drenaje.
Señor Gobernador, por eso estoy aquí con usted.
-¿Por qué?
Para que usted nos lo mande hacer, pues nosotros… ¿de donde?
-¿Qué? ¡Ay caray!
Se llevaron a cabo estudios de esto y de lo otro, y se realizaron mil tomas de drenaje en Pueblo Viejo.

Ya teniendo el drenaje, empezamos otra vez con las gestiones para que nos hicieran ciudad. Y ahí voy a la Cámara de Diputados, y a hablar con el líder.
-Bueno, ¿ya tienen el drenaje?
¡Ya! Tenemos luz, agua y drenaje. ¿Qué más se necesita?
-Ves con el Gobernador, para que dicte ya ahí el Decreto.

Salio el Decreto que decía: Gracias a la constancia de sus hombres, Villa Cuauhtemoc será a partir de hoy Ciudad Cuauhtemoc…

Y ahí voy con el Tesorero del Estado, ya somos ciudad, mire, aquí esta el Decreto, ¡ya somos ciudad!
-Bueno, solo que ahora tienes que ir a México, porque de allá es de donde nos mandan a nosotros el dinero, para apuntarte yo.
¡Ahijuela! ¡Pues vamos a México!

Fui a México, por ahí llegamos a Palacio Nacional y…
-¿Qué quieren?
Pues una entrevista con el señor Presidente de la Republica Mexicana.
-¡Oiga! ¿Pues como cree? Si eso hay que hacerlo, que por aquí, que por allá… ¡pos hombre!
Oiga, ¡venimos de muy lejos! Y yo quiero que ha ver, que alguien me reciba.
-Bueno, déjeme ir a ver.
Luego dijo, lo va a recibir el hijo del Presidente de la Republica.
José Ramón López Portillo. Muy distinguido él, muy alto.
-¿Que se le ofrece?
Entonces le dije, nosotros venimos porque acabamos de obtener el titulo de ciudad, y allá nos dijeron que ustedes aquí a las ciudades les mandan una participación de los impuestos, y el Tesorero de allá, de Xalapa, quiere que usted de una indicación.
-¡Ay caray! Mire, lo voy a pasar con…pues esta Ibarra (creo que era el de Hacienda), esta el Licenciado de la Madrid (que era el de Programación y Presupuesto), pero no, mejor lo voy a pasar con el Tesorero General de la Nación.

Me llevaron a un salón grande, ¡grandísimo!, grande, grande, estaba el salón solito, había muchos teléfonos, y en medio de ellos, ¡un teléfono rojo!
Llegué, esperé tantito, ya llego un señor, le conté toda la historia.
-¿No reciben nada?
No, no recibimos nada, absolutamente nada allá en Pueblo Viejo.
-Mire, el dinero lo manejamos así, yo recibo del Estado de Tamaulipas todo lo que me llega, y aquí (simuló hacer un montón sobre la mesa) hago la “polla”. Viene lo de San Luis Potosí, lo de Nuevo León, lo de todos los Estados, y así voy haciendo la “polla”.
Cuando llega el mes, 80 % se queda aquí, y del 20 % restante, agarro un puño y va para San Luis, ¡ahí te va! Y otro puño para Nuevo León, para Tamaulipas, así para cada Estado.
De ese puño que yo mando a Veracruz, de ahí que les manden a ustedes también.

-¿Y por que no es al revés? Reparten el 80 % y se quedan solo con el 20 %
-Porque aquí pagamos a todas las Secretarías, a los maestros, al ejército, pagamos aquí, pagamos allá, y a veces parece que no nos alcanza.
Quisiéramos quedarnos con ese dinero que mandamos a los Estados, pero bueno, tenemos que mandarlo.
De ese puño que mandamos a Veracruz, que le manden una pizcachita a Pueblo Viejo.
-Me despedí… ¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias! Y vámonos para Xalapa.

Ahí, aceptaron las indicaciones de México, yo salí de la Presidencias Municipal de Pueblo Viejo, y nunca llego la partida presupuestal, pero cuando entro el nuevo presidente municipal, que fue José Méndez Gómez, luego fué que le empezó a llegar la participación, entonces el esfuerzo se hizo y ¡se logro!

Cuando nos dan el Decreto, se necesitaba tener un Escudo de la ciudad.
Y entonces… ¿donde y como?, entonces mi hija Paty, que estudiaba para licenciada en Ciencias de la Comunicación, le comenta al maestro que imparte la Cátedra de Publicidad, y el viene a Pueblo Viejo, platica con personas que mas o menos pudieran darle datos e ideas, y es cuando se diseña el dibujo del Escudo de Pueblo Viejo.

Como le digo, yo iba con el Gobernador, y le pedía, y le pedía…
-Señor Gobernador, necesitamos una motoconformadora para arreglar las calles de Pueblo Viejo, no se puede ni entrar al poblado; ya fuimos a verlas, valen 55 mil pesos, una “moto” usada, allá en la Frontera, ya checada con mecánico, y yo venia a ver con usted para ver si…
-¿Para ver que?
-Pues mire, necesitamos una “moto”, pero no tengo 55 mil pesos; yo lo que quería, a ver si se puede, este… que me los preste, que me preste la mitad.
El préstamo es para pagarle mensualmente de lo que podamos juntar algo por allí.
Continué así…le damos 20 mil, y que regale a Pueblo Viejo 35 mil.
-¡Ahijuela!
El Gobernador se rasca la cabeza, se ve las botas y quien sabe que tanto piensa.
-¡Esta bien, que venga la “moto”!.

Ya cuando teníamos la “moto”, fuimos a ver a don Joaquín Hernández Galicia, para que se complementara con un camión.
Don Joaquín Hernández Galicia nos prestó un trailer, nos mandó hasta allá, ya vino y bajaron la moto ahí frente a la presidencia.
Pues que ya tenemos “moto”, y que ya tenemos “moto”.Entonces empiezo a preguntar a ver quien sabe, que alguien maneje “moto”, el aparato ese.
Entonces llega un policía, le decían “La Chita”, con un muchacho.
-Presidente…
-¿Qué pasó?
-Este muchacho sabe manejar moto y quiere trabajar.
-Vamos a ver la “moto” y el puesto es suyo desde ahorita.
Llegamos a donde estaba la “moto”, y el muchacho se queda confundido, y decía… ¿Y dónde está la moto?
-¿Pues que no la estás viendo ahí? ¡Mírala!
-Es que yo manejo motocicleta.
-¡Híjole! Y ¿Cómo te llamas?
-Ernesto.
-Mira, Ernesto ¿te gustaría trabajar aquí en la presidencia?
-Si.
-¿Sabes manejar la motoconformadora?
-No.
-Yo te voy a mandar a Tampico, con un amigo que tiene maquinaria, vas y te aprendes bien todo, y cuando ya aprendas a echar a andar esta cosa, te sales a las calles a trabajar con la motoconformadora.
Así se hizo, fue, aprendió y vino, se arranco la “moto”.
Le decíamos Neto, y tiene 30 años de eso, y él sigue trabajando para el municipio de Pueblo Viejo.
¡Ay que detalle!

Estaba de presidente, cuando sale de gobernador don Rafael Hernández Ochoa, y entra don Agustín Acosta Lagunes, y aquí hacemos el mitin en grande, y viene don Joaquín Hernández Galicia, y siempre, siempre me distinguió mucho; se pavimentaron las primeras calles aquí en Pueblo Viejo con su apoyo.
Y no conforme con eso, don Joaquín nos regaló un camión nuevecito, de volteo, para la basura.
Dijo aquí, ves a la Ford, que te den un camión, y me dio una tarjetita, y fue Toño Novela por el, a la Ford, y ya se trajo un camión de volteo nuevecito, amarillo, para la basura, para la tierra, y ya teníamos camión.

Bueno, aquí contaré otra gestión de relevancia durante mi desempeño en la presidencia municipal:
Nosotros queríamos aquí un hospital. Nos dijeron….no, hospital no, les vamos a hacer un Centro de Salud.
Bueno.
Nadamás que se buscan un terreno.
¿Terreno? ¿Dónde? ¿Dónde? ¡No hay!
Entonces, existía ese terreno, donde está él Monumento a Cuauhtemoc, hasta arriba, allá donde vivían los Yergo, donde esta ahora “Almoloyita”, de ahí y hasta la carretera por los dos lados, era una extensión grandísima; pues ese terreno era de un general, que se había ido del pueblo, y ya había fallecido.

Su hija Alicia Santanna, vivía en San Luis Potosí, ya fui con ella, me presente, y dijo: ¡ah! Si me acuerdo. Mi papá era amigo de su papá, me nombro a tres ó cuatro gentes del pueblo, a los Acevedo, a los Ferro, y seguí yendo a San Luis Potosí, para ver si ella aceptaba donar el terreno para hacer el Centro de Salud o el Hospital, y ya después que lo consultó ella con su esposo, dijo voy a regalar todo el terreno, pero su uso será exclusivamente para hacer obras en bien de la comunidad.
Correcto, entonces, ya que venga a firmar, y toda la cosa así se hizo, ¡un terrenazo! Y ahí esta el Centro de Salud, esta la Comandancia de Policía, allá arriba hay la Casa del Anciano, hay un Jardín de Niños, y luego metieron unas oficinas de la SEGARPA, y ahí está el terreno.
Otro de los logros que tuvimos fue la Secundaria de Mata Redonda; también no había Secundaria, y a conseguirla, y a pedirla, y se hizo.

Los hijos del matrimonio González Vizcarra son: Martha Patricia, Alejandro, Nora Bertha, José Manuel y Patricio Pantaleón.

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