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jueves, 7 de mayo de 2009

Familia Guzman Cardenas

FAMILIA GUZMAN CARDENAS

Esta semblanza es narrada amablemente por don Julio Guzmán Villanueva y doña Camila Cárdenas Cibrian de Guzmán.

Don Julio Guzmán Villanueva:
Cuando yo era un niño, vivíamos en un barrio que estaba muy pobre, llamado Colonia de Pescadores, en aquella época eran muy frecuentes las inundaciones, porque no había presas, todavía en aquella época, y cuando venia un llenante, es lógico que se llenara todo aquí, porque no había esas presas de hoy.
Ahora auxilian al río cuando viene cargado de palizada, y por eso es que ahora no hay inundaciones como antes, porque esas auxilian, ¡vaya! ¡Yo no las conozco! No puedo decir eso, pero sé que están allá, la de Chicayán y otras que están arriba, entonces toda esa agua se acumula ahí.
Yo me acuerdo, cuando yo era niño, siempre estábamos en agua, y llegaba el agua, hasta aquí (señala como un metro de alto) por estas partes, mientras que duraba el agua, que era un mes poco más o menos, aproximadamente, estábamos ahí, en la humedad, ¡imagínense!
Y en aquella época no había esto que ahora le dicen “Rescate”, que sacan a todas las familias por temor a una inundación más grande, porque podría venirse un ciclón como éste que pasó y lo bueno es que no nos tocó.
Desde luego, uno estaba muy desprevenido en áquella época.

Yo vi el ciclón del 33, yo tenía 15 años en aquella época, ahorita en esta época, tengo 90 años de edad.
Bueno, mis padres, y toda la familia, pues tuvimos que salir de ahí, porque el agua, estaba que rebasaba todo.

Mi padre se llamaba Francisco Guzmán Barbosa y mi madre María Petronila Villanueva.
Mi papá era originario de Panuco, Veracruz, y mi mamá era originaria de aquí de Pueblo Viejo.

Mi esposa se llama Camila Cárdenas Cibrían, mi esposa es originaria de aquí de Pueblo Viejo, y yo también soy originario de aquí.
Mis hijos se llaman, el mayor se llama Julia Guzmán Cárdenas, el siguiente se llama Héctor Guzmán Cárdenas, luego Juanita Guzmán Cárdenas y Rodolfo Guzmán Cárdenas, no sé si lo conozcan, el trabaja en una escuela de enseñanza superior, y su esposa, que se llama Sarita Fernández Mar, es la directora de una Compañía de Danza.
Mi esposa antes de casarse, allá vivía por la calle Benito Juárez con Primera de Mayo…

Aquí doña Camila Cárdenas Cibrían interviene para decirnos:
El nombre de mi papá era Rodolfo Cárdenas, y el de mi mamá, era Gregoria Cibrían Ramírez, y eran originarios de aquí.
Mi padre se dedicaba a la agricultura.

Don Julio Guzmán Villanueva:
Mire aquí, yo en mi niñez, vivíamos por allá, por la Pescadores, íbamos a la escuela, era todo éste trayecto, para allá, hasta la escuela Ignacio Zaragoza, ahí pasé yo, que por cierto no pasé la primaria.
Entonces en aquella época no había luz, nomás había luz en el centro, era en unas tres cuadras sólo donde había luz.
Para acá, creo que chocábamos uno con otro, porque no había nada de luz.
No había, ¡vaya! Yo no recuerdo cuando se inicio la cuestión, de que ya pusieron la luz.
Ya le digo yo, que aquí, mi papá era pescador.
Vivíamos pues, muy pobres, porque había mucha producción, pero no tenia mérito.
Eso es lo que pasaba.
Había abundancia, pero ahora no; ahora es como dijera, una mina, pero no hay ahora.
Hay mucha demanda ahora, pues ya ha escaseado.
¿Que más recuerdo?
Lo único que me platicaba mi papá, que acá, había un Ojo de Agua y se aparecía una señora o sería fantasma, y uno de sus hermanos, de mi papá, era muy valiente, se hacia el muy valiente, y dice mi papá, a mi no me consta, que se propuso a perseguir a esa persona por allá ( y señala hacia arriba de la carretera), y dice que la siguió y la siguió, y este, cuando ya tuvo manera ya de agarrarla del pelo, ya para agarrarla, se desapareció aquello, y a mi tío no le quedaron ganas de volver a ir.
Esto es lo que les puedo contar de una anécdota de Pueblo Viejo.
Ese Ojo de Agua, estaba calles arriba de aquí de mi casa, para arriba de donde esta la gasolinera, allá para arriba.
Ese Ojo de Agua, en aquella época se desperdiciaba mucho, porque estábamos muy atrasados en cuestión de técnicas ¿verdad?
No había tubería, no había nada.
Cuando hablo de ese Ojo de Agua, no me refiero a la Fuente, ¡No!, la Fuente está para allá; ese Ojo de Agua todavía existe. Cuando llueve, el agua abunda ahí.

Nos enseña una foto, donde se aprecian sus padres, don Francisco Guzmán Barbosa y doña María Petronila Villanueva; así como sus hermanos Ramón Delgado, Simón Delgado, Anastacio Delgado, Alfonso Guzmán, Julia Guzmán, Francisco Guzmán y Juanita Guzmán, que fue la mamá de Crispin, casada con David Vizuet.

Nací el 12 de abril de 1918, ya estoy cocido, estoy ya muy tostado.
Recuerdo cuando tenía 8 años de edad, que el pueblo tenía un varadero, para acarrear tubería.
Allá arriba, donde está ahora la colonia Linda Vista, había tanques de almacenamiento, había mucho movimiento, bajaban por ahí, los trueques (no eran trailers), eran muy fuertes. Y allá, en la Benito Juárez, había tanques de almacenamiento, y ahora ha cambiado mucho el sistema de construcción, ahí era una laguneta.

Antes hubo mucha epidemia, después del 55, el municipio nos ayudó con unos albergues, nos fueron a inyectar para la poliomielitis.
Un hijo mío se enfermó, y el doctor Cantu, cuando lo examinaba, le ordenó a mi hijo, que tenía las piernitas muy débiles, ¡párate! ¡Párate! Y el doctor lo soltó, y a mi me dolió mucho, porque mi hijo se cayó al suelo.
Mi hermano Alfonso Guzmán, el papá de Silvia Guzmán consiguió que yo trabajara en PEMEX, y por medio de Petróleos, con tan buena suerte, que su tratamiento de un año, y siguió mi hijo el proceso y mi hijo se alivió.
Tenía seis años de edad cuando enfermó, que se mejora.
Dilaté tres años trabajando en Petróleos, pero como yo padecía de los oídos, me ensordecía, tuve que dejar ese trabajo.
Si, mi hermano Alfonso Guzmán, me ayudó a mí y a ése hijo mío. Mi hijo tiene una miscelánea. Agradezco a mi sobrina Silvia Guzmán que lo ha ayudado de muchas maneras.
Lamento no haber estudiado, siempre anduve en la laguna.

El papá de Indalecia, Gil Cobos, que tiene 22 años que falleció, fuimos a pescar y estaban anunciando ciclón, que sólo fue un ramalazo.
El lío era venirse, como Gil Cobos tenía más experiencia, dijo ¡oríllate! Y fuimos a dar a una isleta de Pueblo Viejo.
Yo nunca dejaba de trabajar, porque amanecía sin un centavo.
Yo siempre he querido mucho a mis hijos, por eso no dejaba de trabajar.
Gil Cobos no le tenía miedo a la muerte, se iba al Canal.
El ayudaba a mucha gente, hacía atarrayas, sacaba ostión y pescado de la laguna.
Es un arte hacer una atarraya. Se cansan los ojos, se daña la vista.

Algunos de los vecinos que recuerdo:
Leopoldo Romero, Gil Cobos, Intima Amy, Alejandro Segura, Antonio Villanueva (que aun vive) Ramón Suastes, Rodolfo Cobos Sain-André (que era hijo de doña Paula Rodríguez Saint-André y que era tía de Indalecia Cobos), y Macedonio Juárez Ortega.

De aquella época a ésta, dista mucho como está el pueblo, y de esta época a unos 30 años más, pienso que ésto se va a poblar más.

Nos despedimos, agradeciendo las atenciones de don Julio Guzmán Villanueva y de su esposa, doña Camila Cárdenas Cibrían.

1 comentario:

  1. Un agradecimiento a la persona que publico la reseña histérica de la familia Guzmán Cárdenas encabezada por Don Julio Guzmán Villanueva y su Esposa Camila Cárdenas de Cibian.

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